A las 11:30 hora local (15:30 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en agosto recortaban 2.1 dólares tras una apertura a la baja pero moderada, influida por el temor al repunte de casos de COVID-19 en EEUU y otros focos de demanda petrolera.
La Administración de Información de la Energía estadounidense divulgó esta mañana los datos sobre reservas de la semana terminada el 19 de junio, en la que los inventarios de crudo aumentaron en 1.4 millones de barriles cuando los analistas esperaban en torno a 1.15 millones.
Se trata de la tercera semana consecutiva con un incremento de reservas y venía anticipada por el dato del grupo privado American Petroleum Institute, que estimó por su parte un aumento de 1.7 millones de barriles antes de que se publicara hoy la cifra oficial.
Esa información presionó a la baja los precios ya que los inventarios están prácticamente llenos en todo el mundo y el mercado espera una recuperación económica que fortalezca la demanda, pero preocupa el ritmo de contagios en EE.UU., China, India y países de Latinoamérica, especialmente Brasil, con gran demanda de "oro negro".
"Si la pandemia desata una segunda ronda de confinamientos, los almacenes tendrán problemas para acomodar el petróleo sin usar y el repunte en la gasolina que vemos ahora se perderá si se vuelven a aplicar restricciones de viaje", advirtió en una nota la analista Paola Rodriguez Masiu, de la firma Rystad Energy.