A las 9:15 hora local de Nueva York (13:15 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en junio sumaban 0.72 dólares con respecto a la sesión previa del miércoles, cuando el Texas retrocedió un 1.9 %.
El barril de referencia en Estados Unidos subía apoyado en un ligero optimismo por los datos de la IEA, la ampliación de los recortes para junio anunciados por la Organización de Países Exportadores de Petróleo y por el compromiso conjunto de Arabia Saudí y Rusia de apoyar los mercados energéticos.
En cualquier caso, todavía existe cierta preocupación por si las reaperturas están siendo prematuras en algunas zonas y por la posibilidad de que un rebrote del COVID-19 ralentice la recuperación económica e imponga nuevas medidas de contención que afecten a la demanda, que comienza a recuperarse.
Asimismo, la preocupación en torno a la capacidad de almacenamiento, especialmente en Estados Unidos, ha disminuido por la primera caída en los inventarios desde hace quince semanas y el repunte en la demanda, pero continúa siendo un problema que si bien ha perdido importancia no ha desaparecido aún.
"Los inversores quedaron impresionados por las noticias con respecto a los niveles de almacenamiento, que nadie en el mercado esperaba. Sin embargo, no creemos que la capacidad de almacenaje esté en camino de recuperar niveles saludables y más bajos aún", señaló el analista jefe de mercados petroleros de la consultora Rystad Energy, Bjornar Tonhaugen.
Para Tonhaugen, el exceso de oferta aún no desaparecerá del mercado por una disminución puntual de los inventarios ya que a su juicio "el mercado no se ha equilibrado todavía y llevará algo de tiempo para que esto ocurra".