El emperador emérito de Japón sufre un desmayo, pero sin mayores consecuencias

El emperador emérito de Japón, Akihito, sufrió un desmayo este miércoles, pero la revisión médica que le hicieron no ha detectado nada grave, según informaron hoy fuentes de la Casa Imperial.

Akihito, de 86 años, dejó de ser emperador de Japón el pasado 30 de abril al abdicar en favor de su hijo, Naruhito, que accedió al Trono del Crisantemo al día siguiente.

Según dijeron a Efe fuentes de la Agencia de la Casa Imperial, el miércoles por la tarde el emperador emérito perdió su consciencia temporalmente en el palacio de Tokio donde reside.

Las fuentes agregaron que la emperatriz emérita Michiko, que estaba junto a él, requirió la presencia de un médico, que revisó al emperador emérito mientras estaba inconsciente y con una respiración anormal, pero poco después se recuperó.

Pasó la noche en reposo, a primera hora de hoy fue sometido a una resonancia magnética y fue revisado más a fondo por un especialista, pero no se encontraron síntomas de nada grave.

Akihito, que llegó al Trono del Crisantemo el 7 de enero de 1989, anunció el 8 de agosto de 2016 que su avanzada edad y problemas de salud le impedían cumplir cabalmente sus funciones como emperador.

Ese anuncio dio paso a una serie de decisiones políticas para su abdicación, una posibilidad que no estaba contemplada en el esquema legal entonces vigente, hasta que fue aprobada una ley específica en ese sentido.

Desde que cedió el trono, el emperador emérito ha estado apartado de las actividades públicas, aunque el pasado 2 de enero apareció brevemente junto al emperador Naruhito en el tradicional saludo de Año Nuevo desde el balcón del palacio imperial.