Elon Musk resolvería la crisis energética de Australia

Elon Musk es uno de los nombres más conocidos de los últimos años. El cofundador de Tesla, PayPal, SpaceX, Hyperloop, Solar City y OpenAI se ha convertido en un sinónimo de innovación y desarrollo tecnológico, y recientemente se ha puesto un nuevo reto: solucionar la crisis eléctrica de Australia.

A principios de marzo Musk prometió, en una conversación por Twitter con el multimillonario australiano Mike Cannon-Brookes, que resolvería los apagones que la zona sur de Australia sufre desde septiembre pasado. El empresario sudafricano hizo la promesa que Tesla podría solucionar el problema en 100 días o la compañía realizaría la instalación gratuitamente.

Por los últimos 6 meses, alrededor de 1.7 millones de ciudadanos australianos han tenido que vivir sin un servicio de electricidad estable. Tan sólo el mes pasado, una ola de calor afectó el sur del país, lo que aumentó la demanda de energía eléctrica y colapsó la red. El gobierno de Australia ha declarado el asunto como una prioridad, y que buscaría aumentar el almacenamiento de la red de energía.

El proyecto beneficiaría a 1.7 millones de australianos, que sufren cortes de electricidad constantes desde septiembre de 2016

De acuerdo al monitoreo de la red social realizado por el portal My Press, la discusión entre los dos emprendedores comenzó tras la declaración del vicepresidente de Tesla, Lyndon Rive, de que las nuevas baterías de Tesla, las PowerWall 2, habrían evitado los múltiples y masivos apagones si hubieran estado instaladas en Australia durante el último medio año. Esta declaración llamó la atención de Mike Cannon-Brookes, un emprendedor tecnológico del país oceánico.

La compañía de Elon Musk se aliaría con Cannon-Brookes, co-fundador y co-CEO de la compañía de software Atlassian, para instalar un sistema de baterías de 100 megavatios por hora de almacenamiento a la red eléctrica de Australia. El director de Tesla prometió que, si el CEO de Atlassian podía proporcionar el dinero y las facilidades políticas, instalaría el sistema, al principio valuado en 25 millones de dólares, en menos de 4 meses o la operación sería gratis.

Después de realizar la apuesta, el Ministerio de Energía de Australia no realizó ningún comentario acerca de la conversación de los dos empresarios. Sin embargo, Musk desde entonces se ha reunido con varios políticos australianos, incluido el primer ministro Malcom Turnbull. Recientemente un estudio de Bloomberg estimó que el proyecto en realidad tendría un costo de 169 millones de dólares, pero asegura que se mantiene rentable para el gobierno australiano.