Al final del abanderamiento que hizo el presidente de México, Enrique Peña Nieto, a las delegaciones que asistirán a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río 2016, la sirena consideró que el reto de ser la portadora de la bandera nacional es algo indescriptible.
“Es una responsabilidad muy grande, todavía nos quedan 48 días y tenemos que seguir trabajando para dar lo mejor, porque es un orgullo representar a un país”, destacó.
Añadió que si bien el tiempo se acorta y más cuando llega la ceremonia de abanderamiento de las delegaciones, aún resta seguir con la preparación para llegar en buena forma a la competencia, “tengo sentimientos encontrados, son mis segundos paralímpicos y tengo mucha confianza en refrendar lo hecho en Londres 2012”.
La monarca de Toronto 2015 comentó que en cada uno de los entrenamientos se deja parte de cada uno y cuando llega el momento de la competencia, se debe “dejar todo, pero por el país, y además porque sabemos que hay un respaldo atrás de nosotros”.
Asimismo, destacó que convivir con los atletas convencionales es un momento de motivación, porque se han terminado los tiempos en que había una diferencia.
“Es un gran paso para saber que en México la inclusión se está viendo desde el momento deportivo”, expresó.
Nely Miranda estuvo acompañada por la pesista Amalia Pérez, los especialistas en atletismo, Leticia Ochoa y Bernardo González, además de la judoca Lenia Ruvalcaba.