Sin embargo, los científicos del Jet Propulsion en Pasadena, California, identificaron una posibilidad remota (una entre 250 millones) de que el asteroide de 30 metros de diámetro pueda impactar la Tierra el 28 de septiembre de 2017.
La NASA detalló que en marzo este objeto pasará a una distancia que oscila entre los 17 mil kilómetros (la más cercana) hasta los 14 millones de kilómetros (la más lejana) de la Tierra.
La variación en la distancia depende de una gama de posibles trayectorias del objeto, explicó la agencia espacial estadounidense que aseguró que los especialistas desconocen con precisión la órbita de este asteroide alrededor del Sol.
El gerente del Centro de Estudios (CNEOS), Paul Chodas, previó que durante el acercamiento del asteroide a la Tierra en marzo, los científicos podrán observarlo con telescopio y recabar datos que ayuden a definir con mayor precisión su órbita.
El científico indicó que las posibilidades de colisión en cualquiera de las tres futuras fechas de sobrevuelo (en marzo de 2016, en 2046 y en 2097) son demasiado pequeñas para provocar alguna preocupación real.
La NASA recordó que este pequeño asteroide pasó a dos millones de kilómetros de distancia de la Tierra hace dos años y se descubrió el 6 de octubre de 2013 por Catalina Sky Survey.
Chodas agregó que si un asteroide del tamaño de 2013 TX68 entrara a la atmósfera de la Tierra podría producir una explosión cercana al doble de la energía que produjo el asteroide que impactó Chelyabinsk, en Rusia, hace tres años.