Martin Salia, un médico de 44 años con nacionalidad de Sierra Leona pero permiso de residencia permanente en Estados Unidos, había sido internado en el mismo hospital en el que lograron recuperarse otros dos enfermos de ébola. Sin embargo, en su caso la enfermedad estaba mucho más avanzada.
"El doctor Salia estaba en una situación muy grave cuando llegó. A pesar de todos los esfuerzos realizados, no pudimos salvarle", afirmó el médico que le trató. La enfermedad le había provocado graves problemas renales y respiratorios. Se le trató, entre otros, con el medicamento ZMapp. "Utilizamos toda terapia disponible", afirmó el responsable de su tratamiento.
Se trata del segundo fallecimiento por ébola en Estados Unidos, después del liberiano que fue diagnosticado allí tras infectarse en su país de origen.
Salia trabajó como médico en Sierra Leona, pero no en la unidad de ébola del hospital de Freetown en el que contrajo el virus. Todavía no está claro cómo se contagió, aunque es posible que uno de sus pacientes estuviese infectado. Su estado a su llegada a Estados Unidos fue descrito como "extremadamente crítico".
Este médico fue el décimo paciente de ébola tratado en Estados Unidos, de los que ocho lograron recuperarse. Estaba casado con una estadounidense que pidió al gobierno de Washington que le trasladase al país. (DPA)