Los representantes de los Estados acordaron que el Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura (AIIB) tenga su sede en la capital china, informó la agencia Xinhua. Se considera que la entidad competirá con el Banco Mundial (BM) y con el Banco de Desarrollo Asiático (ADB).
El banco es un paso importante para China para ampliar su influencia en la región. Hace un año, el jefe de Estado y de partido, Xi Jinping, había propuesto por primera vez la creación de la entidad, para la que China aportará gran parte de los 50,000 millones de dólares de capital inicial. Entre los países que se suman al proyecto están la India, Pakistán, Filipinas y Vietnam.
A lo largo del próximo año los países fundadores firmarán los convenios para la implantación de la institución. Y se estima que el banco comenzará a funcionar antes de finales de 2015.
Estados Unidos ha criticado el proyecto. La portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, señaló en rueda de prensa que "ya existen otras instituciones que asumen una parte de ese trabajo".
Según el "New York Times", la diplomacia estadounidense habría actuado secretamente incluso para boicotear el AIIB. Y al parecer con éxito: Corea del Sur, Australia e Indonesia no estuvieron presentes hoy en la firma de la declaración de intenciones. El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, habló incluso personalmente con el primer ministro australiano, Tony Abbott, para convencerlo de abandonar la idea de sumarse al AIIB.
También el ADB se mostró crítico. El Banco de Desarrollo Asiático fue creado en 1966 y da créditos con tasas de interés más baratas que las del mercado a países con bajo nivel de ingresos. China tiene un 6.5 por ciento de participación en la entidad, mientras que Estados Unidos y Japón cuentan cada uno con un 15.6 por ciento.
El gobierno chino ha criticado en repetidas ocasiones que muchas instituciones financieras internacionales están dominadas por los países desarrollados y en particular Estados Unidos. En julio, durante una cumbre de los países emergentes BRICS en Brasil, sus miembros (China, Brasil, Rusia, India y Sudáfrica) crearon un banco de desarrollo y un fondo monetario.
El New Development Bank (NDB) de los BRICS financiará proyectos y el fondo CRA servirá como reserva para ayudar a cualquiera de sus miembros en caso de sufrir turbulencias financieras. El NDB tendrá sede en Shanghai y la presidencia será rotatoria. Cada uno de los países aportará en principio 10,000 millones de dólares como capital inicial. (DPA)