La siderúrgica Baosteel reducirá un 30% su producción en Shanghái

El grupo Baosteel, que controla la mayor acería de China, se ha fijado el objetivo de reducir en un 30 por ciento la capacidad de producción de sus instalaciones principales en Shanghái, lo que espera compensar con nuevas instalaciones en la también industrial provincia sureña de Cantón.

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Según recoge hoy el diario oficial "Shanghai Daily", Baosteel ya lleva a cabo las obras de cimentación y pilotaje para la construcción de unos altos hornos en la ciudad cantonesa de Zhanjiang, en cuya costa se encuentra uno de los principales puertos de aguas profundas de China, junto con el shanghainés de Yangshan.

Tras una inversión de 11,000 millones de dólares (8.53, millones de euros), las nuevas instalaciones estarán listas para empezar a funcionar hacia finales de 2015, según Baosteel, que prevé iniciar las obras de un segundo horno en la zona en junio de 2014, con la intención de que esté operativo desde 2016.

Entre julio y septiembre próximos la compañía empezará también en Zhanjiang la construcción de instalaciones de producción de láminas de acero enrolladas en frío y en caliente, con lo que su nuevo centro de fabricación en Cantón sumará una capacidad de unos 10 millones de toneladas al año.

La medida se suma al traspaso de otra parte de su producción hacia la lejana región autónoma uigur de Xinjiang, rica en recursos minerales pero ubicada unos 5,000 kilómetros hacia el oeste, ya en Asia central, donde Baosteel acaba de adquirir una acería local.

El grupo siderúrgico invertirá allí además 10,000 millones de yuanes (1,213 millones de euros, 1,604 millones de dólares) para controlar el 16 por ciento del tercer gran oleoducto del país, de 5,220 kilómetros de largo.

El oleoducto, un proyecto de la petrolera estatal Petrochina, partirá de la ciudad china de Horgos, fronteriza con Kazajistán, en Xinjiang (noroeste), y llegará hasta Shaoguan, al norte de Cantón (sureste).

Esto permitirá a Baosteel incrementar sus propias ventas de tuberías y canalizaciones de acero.

El objetivo final de la acería es reducir en los próximos cinco años su producción ubicada en Baoshan, el distrito suburbano que le da nombre a las afueras de Shanghái, en un 30 por ciento, con lo que reducirá su contribución a los serios problemas de contaminación de la ciudad más poblada del país, de 24 millones de habitantes.

Tras los apuros del año pasado para el sector siderúrgico chino, Baosteel espera que en 2013 la demanda interna de acero experimente un aumento moderado, gracias al proceso de creciente urbanización del gigante asiático, con su consiguiente demanda de construcción de nuevas viviendas e infraestructuras. EFE