En la reunión, abordaron el interés por alcanzar un nuevo Convenio Bilateral de servicios aéreos para sustituir al vigente de 1989.
Ese nuevo acuerdo incluirá disposiciones más flexibles como la múltiple designación de destinos por país, la libertad de frecuencias y capacidad de las aeronaves, así como un cuadro de rutas abiertas de punto a punto, entre otros aspectos.
Actualmente entre México y el Reino Unido operan cinco aerolíneas: Thomson Fly (44.6 por ciento del total de pasajeros), British Airways (19.4 por ciento), Thomas Cook (17 por ciento), Aeroméxico (10.9 por ciento) y Virgin Atlantic Airways (8.1 por ciento).
En el encuentro se destacó que, de 2013 a 2017, el transporte aéreo de pasajeros entre el Reino Unido y México y viceversa ha tenido un crecimiento anual de 12.3 por ciento, y el de carga, de 25.3.
En 2017 se transportaron 1.2 millones de pasajeros entre el Reino Unido y México. El país europeo ocupa el 5° lugar en cuanto al número de pasajeros trasladados a nuestra nación (2.6 por ciento del total internacional).
En cuanto al Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), el secretario Ruiz Esparza y la subsecretaria de Transporte, Yuriria Mascott Pérez, explicaron que hasta ahora se mantiene empleadas a 40 mil personas en el proyecto, y se estima que se crearán 160 mil trabajos en la etapa de construcción.
Durante la operación, el NAIM generará 450 mil empleos y, por cada millón de pasajeros adicional, se generarán otros mil empleos directos y 3 mil indirectos.
Se informó, asimismo, que ya han terminado los trabajos de preparación del área, así como la construcción de la barda perimetral, la nivelación de más de mil hectáreas de terreno y el drenaje para la obra; están por concluir 48 km de caminos interiores y se adjudicó ya la construcción de la torre de control, de la terminal y de la subestación eléctrica.
También se inició la construcción de las pistas 2 y 3, así como la cimentación de la terminal, la torre de control y la losa del centro de transporte terrestre.
La delegación británica estuvo integrada por la Enviada Comercial de la primera ministra del Reino Unido, Baronesa Bonham Carter; la subsecretaria de Estado Parlamentario para el Transporte, Baronesa Sugg; el embajador del Reino Unido en México, Duncan Taylor, así como funcionarios del Departamento de Comercio e Inversión del Reino Unido.
