El consumo de lujo en China superó los 12,600 millones de dólares en 2011

El consumo de productos de lujo en China alcanzó la cifra de 12,600 millones de dólares estadounidenses (unos 9,000 millones de euros) en 2011, sin incluir la venta de jets privados, yates o coches de gama alta, en un gasto total que representa el 28 por ciento de la cuota mundial.

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Estos datos se reflejan en el informe de la Asociación del Lujo Mundial (WLA, en sus siglas en inglés) de 2011 y que se hicieron públicos hoy durante la Gala 'El Top 100 de las marcas de lujo' celebrada en el Centro del Comercio Internacional de Pekín.

"Con la depreciación del yuan y la crisis del euro, los consumidores chinos han incrementado su poder de manera significativa en el mercado internacional", afirmó uno de los portavoces de la asociación durante su intervención en la gala.

El informe estima que desde Navidad hasta la celebración del Año Nuevo chino, el próximo 23 de enero, el consumo de bienes de lujo en China alcance los 5,700,000 dólares, "una cifra récord".

La importancia de los consumidores chinos para el mercado del lujo fue destacada por cada uno de los expertos extranjeros que intervinieron en el encuentro, quienes señalaron que desde hace diez años el número de chinos que puede acceder a este tipo de bienes es cada vez mayor, sobre todo, de "clase media".

De los ponentes, el representante inglés afirmó que el 25 por ciento del dinero gastado en lujo procede del gigante asiático, mientras que el interlocutor francés confirmó que China se ha convertido en el segundo consumidor mundial de vino.

Según comentaron a Efe varios de los asistentes, los hombres chinos suelen decantarse por los coches, los barcos y el vino, aunque también algunos por bolsos; y las mujeres, por los bolsos y las prendas en general.

"A mí también me gusta el vino", comentó entre risas la señora Wang de Pekín, quien cree que la tendencia está cambiando en cuanto a los productos de lujo, ya que cada vez más, según contó, los chinos no se fijan en que se vea la marca de lo que compran, sino en la calidad que los bienes tengan.

Esta hipótesis también la sostuvo el portavoz del Instituto Nacional para el Comercio Exterior italiano, Antonio Laspina, quien aseguró durante su intervención en la gala que "el lujo es un concepto dinámico. Ahora no importa sólo la percepción exterior del producto, sino la calidad del mismo".

Laspina puso como ejemplo el caso del aceite de oliva que, según recordó, hace unos treinta años no era conocido en el gigante asiático, pero ahora se considera un producto de lujo.

Sin embargo, la mayoría de personas contradijeron esta nueva tendencia, debido a la importancia que mucha gente aún le da a la apariencia, como quedó plasmado durante la gala a través de la pantalla que reproducía los mensajes que se iban dejando en la red social Weibo (similar a Twitter) de internautas con fotos de perfil en las que se les podía diferenciar con productos de marcas de lujo.

"A los chinos les gusta que se vea la marca, sobre todo, a aquellos nacidos después de los ochenta", afirma contundente la señora Wang Huarong, comisaria de exposiciones en la ciudad de Chengdou, al oeste de China, una de las zonas menos desarrolladas del país.