"Las llamadas a parapetar a Estados Unidos con altas tarifas contra amigos y competidores por igual, o a tratar incluso a nuestros aliados más cercamos como socios transaccionales, son profundamente erróneas", dijo Yellen en un discurso en el Consejo de Relaciones Exteriores, en Nueva York.
"Unas tarifas radicales y no focalizadas elevarían los precios para las familias estadounidenses y harían menos competitivas a nuestras empresas", apostilló la funcionaria, sin mencionar al expresidente durante su discurso, señalando que perjudicarían también a los "intereses económicos y de seguridad".
Yellen generalmente defendió la política económica internacional de la Administración del presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris -candidata demócrata- e incidió en su apuesta por las relaciones multilaterales, que vinculó a millones de empleos en el país.
Respecto a China, a la que incluyó en el apartado de "amenaza para la competitividad y seguridad nacional", consideró no obstante que el comercio y las inversiones con el gigante asiático son beneficiosos para la economía de EE.UU. y "deben mantenerse".
En el turno de preguntas, reconoció que el expresidente Trump impuso tarifas importantes a numerosas importaciones de China, y que Biden no las ha eliminado en su mandato, algo que atribuyó a que ese país no ha "atajado" las prácticas "injustas" por las que fueron impuestas.
"El presidente Biden cree que no deberíamos premiar a China rebajando las tarifas, así que hemos puesto tarifas adicionales, pero en una serie limitada de bienes", como los semiconductores, las energías renovables o los vehículos eléctricos, para que combatan la "dependencia" de ese país, dijo.