Ambos países estamos muy interesados en que (el G-20) sea un foro que aporte resultados. Estamos comprometidos para trabajar juntos ante la próxima cumbre de Seúl", dijo tras el encuentro la subsecretaria mexicana de Relaciones Exteriores, Lourdes Aranda.
Aranda se reunió con el secretario de Estado para América Latina del Foreign Office, Jeremy Browne, con quien abordó temas relacionados con las relaciones comerciales bilaterales e internacionales, el cambio climático, la seguridad regional y el G-20, foro político y económico que México presidirá en 2012.
Con un gobierno distinto, el Reino Unido presidió este grupo en 2009 e impulsó los esfuerzos internacionales para hacer frente a la crisis financiera mundial, y la intención del actual Ejecutivo de coalición entre conservadores y liberaldemócratas es que siga siendo una instancia "exitosa", según Browne.
Aranda destacó que uno de los principales objetivos del G-20 debe seguir siendo "reformar las instituciones financieras internacionales", una reivindicación de países emergentes como México, pero opinó que lo principal es "tener un lugar donde podamos discutir abiertamente los temas".
"Esto es mejor que tener confrontaciones bilaterales entre países", añadió Aranda, para quien este foro ha de consolidarse como "una organización eficaz, legítima y transparente" en la que los gobernantes discutan "temas cruciales para la comunidad mundial".
Según la subsecretaria, "los dos países estamos interesados en que el G-20 sea un lugar donde podamos discutir abiertamente los temas y tratar, si no de resolver los temas, de entenderlos, y de que todos sintamos que nuestros intereses son tomados en cuenta".
"Hay diferentes posiciones tanto entre los países desarrollados como entre los países en desarrollo sobre consolidación fiscal y programas de estímulo y no hay una sola política", reconoció.
"Es muy difícil decidir que todos vamos a hacer lo mismo. Lo importante es tener esta capacidad de diálogo abierta, respetuosa y responsable", agregó Aranda, convencida de que otros foros, como el G-7 "eventualmente irán desapareciendo o haciéndose más pequeños".
Preguntada por la posibilidad de que la "guerra de las divisas" centre la cumbre que el G-20 celebrará en Seúl en noviembre, la subsecretaria advirtió de que este conflicto "puede afectar a todo el mundo" y defendió la necesidad de "levantar algunas barreras proteccionistas que perjudican a todos".
En materia de seguridad y crimen, Aranda dijo que la inseguridad en México no es un asunto que preocupe de manera especial a los socios comerciales europeos y así lo demuestra que "la inversión sigue fluyendo desde estos países" a México.
"Están muy bien informados, con un nivel de conocimiento de lo que pasa en México bastante objetivo", aseguró.
Browne afirmó que el gobierno británico apoya las iniciativas del mexicano en la lucha contra el crimen organizado, el narcotráfico y el blanqueo de dinero e indicó que el único lunar en las relaciones bilaterales es que "el nivel comercial (...) es mucho menor de lo que podría ser".
"Queremos cooperar para incrementar las inversiones en ambas direcciones", señaló el funcionario del Foreign Office, que también expresó el apoyo de Londres "al papel de liderazgo que México ha asumido en el debate internacional sobre el cambio climático".