La Comisión Federal de Competencia (CFC) explicó en un comunicado que se tomó esta decisión para evitar un posible monopolio del operador Asur, actualmente uno de los grandes operadores de aeropuertos del país, que ya cuenta con la concesión de la terminal aérea de Cancún, cercano al de la Riviera Maya.
"Permitir la entrada de Asur a la licitación habría puesto en riesgo esta oportunidad y habría dañado a los consumidores y al turismo en la zona turística más importante del país", considero el titular la CFC, Eduardo Pérez Motta, en el documento.
Destacó que concederle una nueva licencia "cancelaría la oportunidad de competencia entre operadores".
El Gobierno mexicano ha postergado en más de dos ocasiones la licitación para operar y construir el nuevo aeropuerto internacional de la Riviera Maya, que se ubicará en el municipio de Tulum en el estado de Quintana Roo debido a que no había condiciones favorables.
Para este ambicioso proyecto se calcula una inversión de cerca de 250 millones de dólares y se prevé que alcanzaría a atender hasta 3 millones de pasajeros en su tercer año de operación.
Asur, opera nueve terminales en el sureste del país y entre los socios está el minero Grupo México con un 15,4% de participación, quienes han expresado su deseo de participar en el proyecto.
El año pasado el mayor principal accionista y presidente de Asur, Fernando Chico Pardo, informó a la prensa que en caso de que el regulador le negara la oportunidad de participar en el concurso, el presentaría una apelación.