Esto significa un crecimiento anual de cuatro por ciento, abundó durante la presentación del libro “Realidades y Expectativas frente a la Nueva Vejez. Encuesta Nacional de Envejecimiento”, en el Senado de la República.
En uno de cada tres hogares, indicó en un comunicado, vive al menos una persona adulta mayor y siete de cada 10 individuos de la tercera edad mantienen condiciones de independencia y autonomía para llevar a cabo actividades de la vida diaria; y entre cinco y ocho por ciento es dependiente.
Gutiérrez Robledo destacó que en la vejez hay todavía condiciones buenas para ser funcionales, equiparable a la edad media de la vida.
Sin embargo, argumentó que en cualquier ámbito prevalecen estereotipos negativos hacia este grupo de población, como la discriminación por la edad en el aspecto laboral porque son percibidos como menos eficientes que los jóvenes, resistentes al cambio y con mal estado de salud.
Gutiérrez Robledo argumentó que la situación anterior conduce a una participación laboral en trabajos precarios.
En 2010, detalló, el total de los hogares ocupados por personas de 60 años y más que viven solas ascendió a un millón 106 mil 614, con una creciente participación de las mujeres.
Añadió que el incremento del envejecimiento de la población es un triunfo de la sociedad moderna, el cual refleja el éxito de las políticas públicas y el desarrollo socioeconómico del país.