Exhorta el presidente Calderón a liderazgos políticos y sociales a sumarse a una agenda por la legalidad

El presidente Felipe Calderón Hinojosa afirmó que en la lucha contra el crimen organizado, la corrupción y la impunidad, no es opción para México voltear la cara o hacerse de la vista gorda ante lo evidente, y exhortó a los liderazgos políticos y sociales a sumarse de manera comprometida a una agenda en favor de la legalidad, la justicia y la seguridad.

“No es momento de dar un paso atrás, no es momento de bajar los brazos y claudicar. Es absurdo pretender que volteando la vista, el crimen dejará de afectarnos en nuestras calles, en nuestras casas”, enfatizó.

Durante el Foro Nacional: Seguridad con Justicia, el titular del Ejecutivo Federal aseguró que hoy nuestro país enfrenta costos elevados de permisividad y tolerancia, por lo que su gobierno está empeñado en poner en marcha acciones para que esta realidad cambie.

“Porque lejos de tratar de ignorar este problema, en esta Administración estamos haciendo un esfuerzo enorme por hacer un cambio de fondo, porque con todo el poder del Estado estamos marcando un alto a las mafias del crimen organizado, que pretendían apoderarse de nuestras comunidades”, reiteró.

Acompañado de su esposa, la licenciada Margarita Zavala; de los secretarios de Gobernación, Fernando Gómez Mont, y de Seguridad Pública, Genaro García Luna; así como el Procurador General de la República, Eduardo Medina Mora, el mandatario reconoció que es urgente comenzar a romper las redes de la complicidad y de cobertura que el crimen organizado ha tejido en las instituciones encargadas de la seguridad, procuración de justicia y del propio orden político.

Porque, dijo, los mexicanos enfrentamos a un enemigo, cuyo poder de corrupción, intimidación, amenaza y cooptación no distingue filiaciones partidistas o políticas, ni divisiones entre órdenes de gobierno.

“Este esfuerzo no tiene ni puede ni debe tener tintes políticos o partidistas; porque lo que está hoy en juego no es el resultado de una elección, sino el futuro de la democracia, de las instituciones representativas, de nuestra capacidad como país para alcanzar el desarrollo por la vía de la legalidad y para dar a cada familia la oportunidad de una vida tranquila y en paz”, aseveró.

Ante Ana Laura Magaloni Kerpel, Académica del Centro de Investigación y Desarrollo y Representante de la Red Ciudadana por la Seguridad y Justicia; y de Alejandro Martí, presidente de México Sistema de Observación por la Seguridad, el presidente Calderón subrayó que la solución a este problema sólo puede ser integral y debe venir de todos los actores: institucionales, políticos, económicos, sociales y cívicos, e insistió en que es necesaria la participación y la presencia de los ciudadanos.

Hizo un llamado a cerrar la brecha entre política y ciudadanía, ya que consideró que la ausencia de los mejores ciudadanos en la política, también crea la presencia de los peores políticos en la vida pública.

“Estoy convencido de que el día en que la política abra de par en par sus puertas a la ciudadanía, este país cambiará; también creo que el día en que la ciudadanía haga suya, y plenamente suya, la política, este país cambiará”, expresó.

Aseguró que la solución no es alejar a la ciudadanía de la política, porque de ser así, surgen regímenes autoritarios, que tanto daño le han hecho a México.

Por ello, pidió a los ciudadanos a no ausentarse de este cambio institucional, donde la clase política no ha respondido, y los exhortó a participar en asuntos y decisiones públicas, así como en los partidos políticos mismos.

“La política es tan importante que no puede dejarse sólo a los políticos. Hagamos que la ciudadanía sea la protagonista de la política misma”, advirtió.

Además, el presidente Calderón se mostró a favor de la reelección, de legisladores y alcaldes, así como de reducir el número de representantes en ambas Cámaras del Congreso.

“Yo hago votos, verdaderamente, porque esta exigencia, desde los ciudadanos a los políticos, hoy sí tenga fruto. Porque entonces (cuando era diputado federal, en 2002) fue rechazada, incluso hasta con indignación por algunos actores políticos de aquella época y de ésta”, refirió.