EU,México y Canadá se comprometen a mejorar su cooperación en áreas clave

Estados Unidos, México y Canadá se comprometieron hoy a seguir cooperando para impulsar la recuperación económica y estrechar sus lazos comerciales y sus esfuerzos en la lucha contra el cambio climático, la gripe A y el crimen trasnacional.

Los presidentes de México, Felipe Calderón, y Estados Unidos, Barack Obama, y el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, destacaron en la declaración conjunta de la quinta Cumbre de Líderes de América del Norte que los lazos entre los tres países "son una fuente de fortaleza" que ayudará a sus ciudadanos "a prosperar en el desafiante, competitivo y prometedor" siglo XXI.

Los tres mandatarios, reunidos en la capital de Jalisco, afirmaron que la respuesta coordinada de América del Norte a la Gripe A (H1N1) ha sido "un ejemplo global de cooperación".

En este contexto prometen "permanecer atentos y comprometidos" a continuar y fortalecer su cooperación para aprender de experiencias recientes y preparar a América del Norte para la próxima temporada de gripe estacional, incrementando la capacidad de respuesta de sus sistemas de salud públicos y el intercambio de información.

Obama, Calderón y Harper también se comprometen a promover la recuperación económica como una "prioridad" para sus gobiernos.

"Trabajando juntos aceleraremos la recuperación y la creación de empleos, y construiremos cimientos sólidos para la prosperidad a largo plazo", indican los tres líderes, que prometen unir sus esfuerzos para garantizar que el G-20 siga avanzando en la creación de respuestas eficaces a la crisis.

Eso incluye, dijeron, fortalecer las instituciones financieras internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que, agregaron, "desempeña un papel crucial en la mitigación de los efectos de la crisis en las Américas".

Por ello, apoyan "una acelerada revisión" del BID para asegurar que cuente con suficientes préstamos a corto plazo.

Los tres presidentes entienden que sus economías son un "motor de crecimiento", por lo que están invirtiendo en infraestructura fronteriza y tecnología punta, con el fin de crear "verdaderas fronteras modernas que faciliten el comercio y la operación ágil de las cadenas de suministro, protegiendo a la vez la seguridad".

Basándose en estas inversiones, Estados Unidos, México y Canadá seguirán trabajando para "fortalecer la preeminencia" de la infraestructura transfronteriza, cooperarán en la protección de los derechos de propiedad intelectual y seguirán eliminando las diferencias existentes en sus respectivas regulaciones.

En este sentido, Calderón, Obama y Harper, quienes consideran el comercio entre los tres países un "componente vital", aseguran que evitarán medidas proteccionistas, fortalecerán su relación mercantil y promoverán el respeto a los derechos laborales y la protección del medio ambiente a través del diálogo continuo.

En este punto, los tres líderes reconocen que el cambio climático "es uno de los mayores y más apremiantes desafíos", por lo que se comprometen a trabajar de manera rápida y responsable para luchar contra este fenómeno y alcanzar un acuerdo exitoso en Conferencia de Copenhague.

También se comprometen a continuar mejorando su cooperación en la lucha contra el crimen trasnacional.

Canadá y Estados Unidos reconocen "el compromiso y el sacrificio" de México en la lucha contra los cárteles y ofrecen a Calderón su "continuo apoyo", aunque destacan que no pueden limitar sus esfuerzos a la región norteamericana y buscarán también mejorar la cooperación y coordinación con Centroamérica y el Caribe.

En el último punto de la declaración, Obama, Calderón y Harper reiteran su compromiso con las instituciones democráticas y el Estado de Derecho en el continente y por ello reafirman su apoyo al liderazgo de la Organización de Estados Americanos (OEA) y se comprometen a trabajar por la aplicación de la Carta Democrática.

Los tres líderes discutieron durante sus reuniones "ampliamente" sobre el golpe de Estado en Honduras y reafirmaron su apoyo al Acuerdo de San José y a los esfuerzos que actualmente desarrolla la OEA para encontrar una resolución pacífica a la crisis política; una resolución que restaure la gobernabilidad democrática y el Estado de Derecho y que respete los derechos de todos los hondureños.