Descarta Pemex riesgo de explosividad en San Martín Texmelucan

La empresa pública Petróleos Mexicanos (Pemex) aseguró hoy que "no se presenta ningún indicio de riesgo de explosividad" en la población de San Martín Texmelucan, en el estado de Puebla, donde el domingo pasado se registró la explosión de un oleoducto que dejó unos 29 muertos.

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Vista de la explosión registrada en San Martín Texmelucan, Puebla.

En un comunicado, la empresa petrolera señala que mantiene en la zona "un continuo monitoreo de explosividad tanto en alcantarillas como en las laderas del río Atoyac a fin de asegurar que no exista ningún riesgo para la población".

Hasta este momento, Pemex ha recuperado 100 mil litros de crudo en la zona, donde murieron 29 personas y más de 5.000 fueron evacuadas por el incendió que se registró la madrugada del pasado domingo.

El combustible recuperado está siendo transportado a las terminales de almacenamiento y reparto de Tula, Irapuato y Puebla, la capital del estado donde sucedió el siniestro.

Además, en la zona operarios de Pemex han colocado "barreras y cordones oleofílicos en el río Atoyac, el cual resultó afectado por trazas de aceite, con el propósito de evitar la dispersión del hidrocarburo", detalla el comunicado.

Según los reportes, el siniestro dejó unos 29 muertos, más de medio centenar de heridos, 5,000 evacuados, 32 viviendas totalmente destruidas y 82 con daños parciales por la posterior explosión.

Ayer el director de la empresa pública, Juan José Suárez Coppel, informó que en el oleoducto que explotó hace dos días se detectaron unas cien tomas clandestinas este año.

La causa de la fuga de crudo, que en su camino recorrió un campo agrícola y un cauce que lleva al río que atraviesa San Martín Texmelucan, centro del país, no ha sido esclarecida aún pero se presume que pudo derivar de una toma clandestina.

Adelantó que las conclusiones de los peritajes realizados por expertos podrían tardar meses en dar unos resultados finales.

En la zona, que presenta una franja calcinada de más de dos kilómetros, quedó desplegado el Ejército mexicano, así como policías federales y estatales, para evitar que se presenten actos de saqueo en las viviendas de los afectados.