La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) ha tomado diversas medidas para proteger a la porcicultura mexicana y prevenir el ingreso de esta enfermedad al territorio nacional:
1. Restringió la importación de cerdos vivos o en pie provenientes de Estados Unidos, con el objeto de revisar caso por caso y requerir las garantías de sanidad necesarias.
2. El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) solicitó al USDA remita información técnica sobre el brote y las medidas contraepidémicas que se aplican, así como las de mitigación de riesgo que implementaría para sus exportaciones.
3. Se extremaron las acciones de vigilancia epidemiológica en zonas porcícolas, a fin de identificar incremento anormal en la mortalidad de cerdos, en el caso de que sucediera.
4. Por lo agudo de la enfermedad, y su sintomatología, es muy baja la probabilidad de que los cerdos importados antes del 17 de mayo de 2013 presenten PED, no obstante, estos animales están cuarentenados y en vigilancia extrema.
5. Los técnicos del SENASICA realizan investigaciones en los predios en donde existen lotes de cerdos importados durante los últimos tres meses, -antes del primer reporte de USDA- y a la fecha no se tiene ningún caso de esta enfermedad en México.
El 17 de mayo pasado, el National Veterinary Services Laboratories (NVSL) del USDA confirmó la presencia en Estados Unidos de esta enfermedad no reportable ante la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE, por sus siglas en francés).
Así, por instrucciones del titular de la SAGARPA, Enrique Martínez y Martínez, el SENASICA ha mantenido comunicación con el USDA, a fin de conocer los resultados de la investigación epidemiológica que se realiza. De igual manera, se entró en comunicación con los porcicultores mexicanos para coordinar las acciones de prevención.
La PED es muy similar a la gastroenteritis transmisible del cerdo (GET), enfermedad común en este tipo de animales. La única manera de diferenciarlas es a través de pruebas de laboratorio, aunque la PED es más grave en los lechones recién nacidos.
La transmisión de la PED se da por introducción de animales infectados o por equipo contaminado, por lo que es importante que las unidades de producción extremen las medidas de bioseguridad en sus granjas, con el propósito de evitar la entrada de esta y otras enfermedades a sus piaras.