“Nosotros vamos a estar en la Cámara y en la calle denunciando esta traición a la patria de manera permanente hasta el último día de nuestros días”, dijo en declaraciones a la prensa, previo a la reunión de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de este lunes.
Señaló que se quiere presentar la reforma energética como Cardenista, en alusión al presidente Lázaro Cárdenas, pero al no encontrar eco en la izquierda del país, ahora se plantea ir más atrás, al régimen de Porfirio Díaz.
El borrador del dictamen que se prepara en el Senado, como Cámara de origen, plantea abrir todo el sector energético al capital extranjero, agregó.
Subrayó que “el gobierno (federal) está intercambiando (con el PAN) la privatización del petróleo por la reforma político-electoral, es decir, oro negro por cacahuates”.
Monreal Ávila sostuvo que la reforma político-electoral está orientada a fortalecer a la partidocracia en el poder y no a dar poder a los ciudadanos.
Precisó que temas que serán incluidos, como la reelección de legisladores y alcaldes, la transformación del Instituto Federal Electoral (IFE) en Instituto Nacional de Elecciones (INE), los gobiernos de coalición y la ratificación de cargos del gabinete son para repartir el poder en la misma clase política.
Por el contrario, externó, no hay nada sobre el plebiscito, el referéndum, la iniciativa ciudadana y la revocación de mandato “que son aportes de la democracia participativa directa”.
Respecto al primer año de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, Monreal Ávila comentó que “está reprobado”, ya que no presenta logros y las reformas aprobadas este año en el Congreso de la Unión han sido en detrimento de la población.
“Creemos que Peña Nieto no tiene nada que festejar, le ha fallado al pueblo y a la nación”, aseguró.