La IA se cuela en unos Jaume I que premian trabajos de nanotecnología, clima o el cerebro

Los Premios Rei Jaume I, que este año celebran su trigésimo quinta edición, galardonaron investigaciones sobre cambio climático, conexiones neuronales o nanotecnología, en una edición en la que los jurados llamaron a regular y controlar la Inteligencia Artificial (IA), cuyo buen uso consideran "una oportunidad".

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El president de la Generalitat, Ximo Puig (5ª d), posa con el jurado durante el acto de proclamación de los ganadores de la trigésimo quinta edición de los Premios Rei Jaume I en sus seis categorías. EFE

El fallo de los jurados, formado por cerca de un centenar de personas, entre ellas veintiún premios Nobel (cuatro de los cuales lo hacen por primera vez), fue leído este martes por el presidente ejecutivo de los Premios Rey Jaume I, Javier Quesada, en un acto celebrado en el Palau de la Generalitat y presidido por el presidente del gobierno regional valenciano en funciones, Ximo Puig.

Este año se presentaron un total 222 candidaturas, 53 de ellas mujeres (el 24 %), a los premios con mejor dotación económica de España, 100,000 euros para cada una de las categorías, con el compromiso de reinvertir una parte a la investigación y el emprendimiento en España.

POR UNA INTELIGENCIA ARTIFICIAL CONTROLADA

El manifiesto que leyeron los jurados trataba sobre los riesgos y las oportunidades de la Inteligencia Artificial, en una declaración unánime en la que llama a aprovechar las oportunidades beneficiosas que ofrece su buen uso, sin ignorar ni minimizar el riesgo de un uso perverso de la misma e introduciendo los controles necesarios.

Así quedó reflejado en el texto "Oportunidades y riesgos de la Inteligencia Artificial", que fue leído por el presidente ejecutivo de los Premios Rei Jaume I en el que se pide "permitir, confiar y apostar" por los nuevos desarrollos de la IA, que posibiliten ampliar la frontera del conocimiento a mayor velocidad, además de apostar por establecer controles, de forma similar a como se hace con los medicamentos, armas o drogas.

El presidente en funciones de la Generalitat de Valencia (este), Ximo Puig, destacó que estos premios son un "faro" que inspira a la sociedad valenciana, una referencia internacional con base en el Humanismo, la protección del Medio Ambiente, "sin negacionismos irresponsables", y el impulso al espíritu emprendedor.

Por su parte, el vicepresidente de la Fundación Premios Jaume I, el empresario Vicente Boluda, destacó que los premiados de este año serán seis nuevos embajadores e "iconos a imitar", que "desde ya" trabajan para el conjunto de al sociedad.

LOS CIRCUITOS SENSORIALES DEL CEREBRO, "ÓRGANO MAESTRO"

El galardón de Investigación Médica recayó sobre Guillermina López Bendito, del Instituto de Neurociencias de Alicante (UMH-CSIC) por sus estudios sobre los procesos de las conexiones neuronales, con los que analiza la formación de los circuitos sensoriales del cerebro, al que se ha referido como el "órgano maestro".

López Bendito nació en Santo Domingo (República Dominicana) en 1975 y estudió biología en la Universidad de Alicante (este).

En declaraciones a EFE, consideró que todavía queda mucho por conocer del cerebro, ya que hay 80,000 millones de neuronas y "saber cómo se generan y cómo se conectan unas con otras es uno de los retos de la Neurociencia" que aborda su equipo, formado por 22 científicos.

Su estudio trata de explicar el desarrollo de los mecanismos cerebrales a través del estudio de la formación de los circuitos sensoriales, los que posibilitan sentidos como la vista, el tacto y el oído, que se produce durante el periodo prenatal y durante los días postnatales.

"DESCUBRIR NUEVOS MUNDOS"

Para el científico del Institut Català d'Investigació Química (ICIQ) Antonio Echavarren, que logró el Premio Rei Jaume I de Investigación Básica, dedicarse a la investigación es como "descubrir nuevos mundos", por lo que agradeció que España sea "un país que sabe valorar a los científicos".

Echevarren fue distinguido por sus contribuciones a la química orgánica, especialmente a la catálisis para producir medicinas y otros materiales, tratando de "conseguir de manera artificial lo que hace la naturaleza, inventando nueva química".

El premio en la categoría de Economía fue para Olympia Bover Hidiroglu, por sus estudios sobre los mercados de trabajo, vivienda y hogares.

En la categoría de protección del medio ambiente se premió a Carlota Escutia Dotti, por sus estudios sobre las condiciones ambientales cambiantes en el manto antártico y su impacto en el sistema climático global; y el premio de Nuevas Tecnologías fue para Daniel Maspoch Comamala, por sus investigaciones sobre el avance de la nanotecnología y la química de materiales reticulares porosos.