El rotativo alemán Süddeutsche Zeitung revela que el proyecto podría alcanzar un coste de 30 mil millones de euros y está destinado a fomentar el uso de energías renovables y contribuir a la lucha contra el cambio climático.
Mediante una nueva red de alta tensión bajo las aguas del Mar del norte se unirán los parques eólicos en alta mar de Gran Bretaña y Alemania, las centrales hidroeléctricas en Noruega y sistemas de aprovechamiento energético de las mareas en Bélgica y Dinamarca.
Además se sumarían a la red parques eólicos en tierra firme y plantas solares de distintos países, de los que se han sumado a la iniciativa Alemania, Gran Bretaña, Francia, Bélgica, Dinamarca, Holanda, Irlanda, Noruega y Luxemburgo.
El rotativo asegura que los iniciadores del proyecto celebraron ya una primera reunión el pasado diciembre en Irlanda y que a comienzos de febrero tendrá lugar la primera cita de los llamados "coordinadores nacionales".
Añade que hasta otoño próximo se redactará una declaración de intenciones por parte de los países implicados y que la red de alta tensión que unirá los distintos sistemas de producción de energía ecológica podría entrar en funcionamiento en un plazo de diez años.