La exposición a sustancias cancerígenas o mutágenas es la primera causa de muertes relacionadas al trabajo en la UE, de acuerdo con el Consejo Europeo.
La reforma revisada fija límites para 11 carcinógenos además de los ya cubiertos por la actual regla, adoptada en 2004.
Entre ellos se incluyen el polvo de sílice cristalino respirable presente en la construcción, fibras cerámicas refractarias, bromoetileno e hidrazina, ciertos compuestos de cromo y óxido de etileno, un gas inflamable empleado en la fabricación de anticongelante.
También se adaptan los límites para el cloruro de vinilo monómero y polvos de madera dura, a la luz de datos científicos más recientes.
Los empleadores deberán identificar y evaluar el riesgo relacionado a las sustancias peligrosas para sus trabajadores, así como prevenir la exposición cuando exista riesgo.
El médico o la autoridad responsable de la vigilancia sanitaria de los trabajadores en cada país europeo, podrá determinar que la vigilancia de la salud debe continuar después del final de la exposición durante el tiempo que consideren necesario para salvaguardar la salud del trabajador afectado.
La nueva directiva aún tiene que recibir el visto bueno formal del Consejo Europeo antes de entrar en vigor.