El castigo impuesto a estos agentes consiste en bloquear cualquier ascenso durante un periodo de entre 6 y 16 meses, después de que una investigación concluyera que se produjeron abusos.
Además, se está investigando a otros 169 policías, 32 de los cuales son mandos.
Entre los sancionados se cuenta un agente que dejó tuerto a un joven de 18 años al dispararle en la cara un bote de gas lacrimógeno.
"Un castigo de 16 meses no es comparable a la pérdida de mi ojo. Espero que la Justicia recaiga sobre ese policía. Quiero que se le procese por un intento de asesinato premeditado. Yo podría haber muerto en el hospital", declaró la víctima a los medios.
Seis manifestantes han muerto hasta ahora, el último hace nueve días, en las protestas que comenzaron el pasado verano ante los planes del Gobierno de reurbanizar el parque Gezi de Estambul.
Dos murieron por disparos de arma de fuego, dos por el impacto de un bote de gas en la cabeza, otro tras ser apaleado por desconocidos, entre los que se hallaron presuntamente policías de paisano, y uno más atropellado durante una protesta.
Más de 10,000 manifestantes han resultado heridos, 11 de los cuales perdieron un ojo tras ser impactados por botes de gas.
Además, un oficial de policía murió tras caer de un puente mientras perseguía a manifestantes durante una manifestación. (EFE)