La decisión mantendrá a Ghosn, de 64 años de edad, una vez más, entre los célebres ejecutivos detenidos en Japón, en un centro de detención de Tokio desde que fue arrestado en noviembre pasado. Se espera que sus abogados apelen la decisión del tribunal.
Ghosn, acreditado como el salvador de Nissan cuando se tambaleaba al borde de la bancarrota a fines de la década de 1990, ha negado todas las acusaciones.
Sobre Ghosn pesan dos acusaciones formales por no haber declarado parte de sus compensaciones al frente de Nissan Motor en dos períodos, entre marzo de 2011 y el mismo mes de 2015, y entre marzo de 2015 y de 2018.
La fiscalía también acusa al ejecutivo de haber violado la normativa empresarial nipona al utilizar a Nissan para cubrir una serie de pérdidas financieras personales durante la crisis de 2008 y por unos pagos injustificados a un empresario saudí.
El pasado viernes, también fue acusado por el abuso de confianza en relación con la transferencia de pérdidas de inversión privada a Nissan en medio de la crisis financiera mundial de 2008.
La decisión del Tribunal de Tokio, que puede aún ser recurrida por la defensa de Ghosn, supone que el empresario permanecerá en prisión al menos hasta el 10 de marzo, cuando se cumplirá el plazo de dos meses después de la última acusación formal presentada por la fiscalía.
La complejidad del caso podría hacer que el proceso de investigación previo a la apertura del juicio se extienda durante seis meses o incluso un año, señaló por su parte un portavoz de la fiscalía.