Pekín condenó la decisión de la Administración del presidente estadunidense Barack Obama de proteger la industria nacional con un arancel del 35, 30 y 25 por ciento a la importación de neumáticos chinos en los próximos tres años, respectivamente.
El país asiático criticó la decisión tomada hace dos días y precisó que estudia llevar el caso a la Organización Mundial del Comercio (OMC).
"Esta decisión envía una señal equivocada al mundo", dijo el ministro de Comercio chino Chen Deming, citado este lunes por la prensa.
"No sólo va en contra de las reglas de la OMC, sino que también contraviene los compromisos adoptados por Estados Unidos", agregó la fuente.
La decisión de Obama de imponer un arancel a la importación de neumáticos chinos parece responder a las presiones que recibe para frenar la creciente compra de bienes chinos, lo que provocó la pérdida de cinco mil puestos de trabajo en Estados Unidos.
Los expertos chinos citados por la prensa indicaron que la imposición estadunidense de los aranceles puede provocar la destrucción de 100 mil puestos de trabajo en China, con un costo de mil millones de dólares para la industria de los neumáticos.
Pese a que Pekín lo negó, la decisión tomada de investigar las autopartes y la carne de pollo estadunidenses importados a China parece tener el objetivo de servir como represalia.
"La investigación es consecuencia de las quejas de los empresarios chinos. Aseguran que los productos entran en el mercado en condiciones injustas y dañan la industria nacional", señaló el ministerio de Comercio en un comunicado en la página web.
Este diferendo comercial, que puede desembocar en nuevas medidas por las dos partes para frenar las importaciones, se produce a pocos días de la cumbre del Grupo de los Veinte (G-20) que se celebrará el 24 y 25 de septiembre en Pittsburgh, Estados Unidos, donde los presidente Barack Obama y Hu Jintao deben reunirse.