África fue el continente con los niños más afectados por conflictos, con aproximadamente 180 millones viviendo en esas áreas; seguido de Asia, con unos 152 millones.
"En las Américas, el número fue 64 de millones; en Oriente Medio, 49 millones, mientras que en Europa 19 millones de niños estuvieron expuestos al conflicto", señaló el análisis de la ONG publicado en Nairobi.
Más de la mitad de los niños y niñas que residían en zonas de conflicto el año pasado -unos 230 millones- lo hacían en las zonas de guerra más mortíferas, lo que implica un aumento del 9 % respecto al año anterior.
"Las Américas han visto un aumento en la proporción de niños expuestos a conflictos en los últimos cinco años, con un 22 % de niños en zonas de conflicto, más alto que en cualquier momento en las tres décadas anteriores", destacó Save The Children.
El número de casos verificados de reclutamiento y uso de niños por parte de fuerzas y grupos armados "cayó del récord de 8.595 en 2020 a 6.351 en 2021", el número más bajo desde 2015.
"A pesar de esta caída general, en algunos países ocurrió lo contrario; por ejemplo, en Colombia, Siria, Nigeria, Líbano y Burkina Faso el número de casos verificados de niños reclutados y utilizados por grupos armados aumentó en 2021 del año anterior", indicó el informe.
Aunque el número registrado de asesinatos y mutilaciones en los conflictos se ha reducido en un tercio desde 2018, más de 8,000 niños y niñas -una media de 22 al día- siguieron muriendo o quedando mutilados en 2021.
"Se espera que estas cifras -advirtió la ONG- aumenten trágicamente en 2022 debido a la guerra en Ucrania".
Yemen encabezó la lista de los diez peores países afectados por conflictos para un niño en 2021, seguido de Afganistán, la República Democrática del Congo (RDC), Somalia, Siria, Mali, la República Centroafricana, Nigeria, Burkina Faso y Myanmar.
La ONG recordó que las graves violaciones contra la infancia -reclutamiento, secuestro, violencia sexual, denegación de acceso a ayuda humanitaria, ataques a escuelas y hospitales y asesinatos y mutilaciones- pueden tener un "profundo impacto" en la vida de los niños, como el trauma físico y psicológico o directamente la muerte.
"Los niños no causan ni empiezan las guerras, pero es innegable que son las víctimas más vulnerables de cualquier conflicto", afirmó la directora general de Save the Children Internacional, Inger Ashing.
La organización pidió a los líderes mundiales, a los donantes, a los miembros de la ONU y a las ONG que protejan a la infancia "haciendo que los autores de estas violaciones rindan cuentas", entre otras medidas.