"Putin no ha dicho ni sí ni no", dijo Gabriel tras conversar durante una hora en la residencia en Novo-Orgariovo, a las afueras de la capital rusa, sobre la situación en la península ucraniana de Crimea y de Ucrania en general.
Poco antes de que concluyera la conversación, llegó a la residencia de Putin el jefe de gobierno ruso, Dmitri Medvedev.
Gabriel, del partido socialdemócrata que gobierna en coalición con los cristianodemócratas de Angela Merkel, pidió evitar una escalada del conflicto y abogó por la creación de un grupo de contacto que actúe como mediador.
Gabriel subrayó: "Tan sólo puedo decir que si se producen paralelamente nuevas provocaciones, la ventana de tiempo se cerrará en algún momento". Nadie debería pensar "que esto se va a disolver y que al final nosotros lo pasaremos por alto en el orden del día". Hay que preservar la integridad de Ucrania. El camino para la distensión son las conversaciones.
Esta mañana el Parlamento regional de Crimea votó a favor de que la región se separe de Ucrania y se una a Rusia.
El sector empresarial alemán presiona al gobierno para que no haya una confrontación con Rusia por Ucrania y se opone a las sanciones alegando que hay que proteger los intereses económicos del país. Según los datos de la asociación de la industria BDI, 6,200 compañías germanas han invertido unos 20.000 millones de euros en Rusia.
Existe la amenaza de una peligrosa espiral de sanciones mutuas entre Rusia y Europa occidental que en el peor de los casos podría derivar en confiscación de empresas o nuevas barreras comerciales, aseguró a dpa Rainer Lindner, director de la asociación que agrupa a empresarios germanos con negocios en Europa del Este.
Rusia es un importante suministrador de energía de Europa. (DPA)