El mandatario francés encabezó junto al presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, el funeral del gendarme Jean Serge Nérin, asesinado la pasada semana por ETA. Las exequias se realizaron en Melun, sureste de París, donde ambos líderes reiteraron su compromiso contra la violencia etarra.
En su mensaje, Sarkozy aseguró que “Francia nunca se dejará intimidar por el terrorismo”, y expresó su compromiso de “erradicar las bases una por una y los apoyos uno por uno” de ETA en su país.“No dejaremos que el territorio francés se convierta en retaguardia y base de terroristas y asesinos”, recalcó el presidente.
Expuso que el asesinato del gendarme “deshonra a quienes lo cometen y a quienes apoyan a los que lo han cometido”, y calificó a ETA de “organización sanguinaria de fanáticos”.
Expresó su solidaridad con las víctimas españolas que en las últimas décadas han muerto por la violencia de ETA, y afirmó que “ninguna ideología puede justificar el asesinato y la barbarie”.
El gendarme Nérin falleció por los impactos de bala que le disparó un etarra cuando un comando intentaba robar varias unidades de un lote de coches usados en Dammerie-les-Lys, comuna vecina de Melun.
Tras reunirse en el Palacio del Elíseo con Sarkozy, Rodríguez Zapatero dijo que los españoles tienen un “gran pesar por la muerte del policía”, y dijo que quienes deben tener una “grave inquietud son los etarras, que serán perseguidos sin descanso por las policías de los dos países hasta acabar con su presencia y existencia”.
“No se nos olvidará a lo españoles el apoyo que Francia da en la lucha contra ETA”, recalcó.
Antes, durante el funeral de Nérin, Sarkozy le confirió póstumamente al gendarme la Medalla de la Legión, mientras que Rodríguez Zapatero la Medalla de Oro al Mérito Policial del gobierno español. Sarkozy prometió que los responsables de la muerte del agente acabarán “detrás de las rejas” y serán “castigados con la mayor severidad”, al tiempo que recordó su intención de aumentar las penas por los asesinatos de agentes, de 22 a 30 años de cumplimiento efectivo.
Se trata del primer funeral de una víctima de ETA celebrado en Francia, al ser el gendarme el primer policía francés que es asesinado a manos de etarras.
Nérin, quien tenía 52 años y era padre de cuatro hijos, murió el pasado 16 de marzo en Dammerie-les-Lys, unos 50 kilómetros al sureste de París, en un tiroteo entre una patrulla de policía y un comando de ETA.