El presidente de la petrolera brasileña Petrobras, José Sergio Gabrielli, declaró hoy en París que las principales "diferencias" con Venezuela acerca de la refinería Abreu e Lima, en el estado brasileño de Pernambuco, "se han solucionado".
"Estamos finalizando las conversaciones con Venezuela sobre Copex
(Comité de Precios de Exportación) y el contrato. Todavía estamos hablando sobre la situación", matizó Gabrielli.
"La mayoría de las principales diferencias ya se han solucionado y estamos en la fase final de redacción del contrato. Se va a firmar en la fecha debida", añadió el responsable de la petrolera brasileña.
Gabrielli, que hizo una presentación en la capital francesa de las inversiones de Petrobras en los próximos años, eludió precisar más sobre la firma del convenio entre ambos países.
El pasado 30 de agosto el presidente venezolano, Hugo Chávez, anunció que la firma se haría durante la próxima visita a Caracas de su colega brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, prevista para el próximo 28 de septiembre.
En aquella ocasión Chávez aseguró que durante el encuentro de este mes se firmará el acuerdo que permitirá la "incorporación definitiva" de la estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) en el desarrollo conjunto con Petrobras de la refinería binacional situada al norte de Brasil.
El pasado 26 de mayo PDVSA y Petrobras acordaron prorrogar durante 90 días el Contrato de Asociación firmado por los dos países el año pasado para desarrollar la refinería de Pernambuco.
Datos oficiales brasileños del pasado julio indicaron que la refinería de Pernambuco, que se calcula que entrará en operaciones en 2011 y que tendrá una capacidad para procesar 230 mil barriles de petróleo pesado por día, se encuentra en fase inicial de construcción cercana al 15 por ciento.
Las negociaciones para construir la planta comenzaron en 2005, pero ante las divergencias sobre el acuerdo final, Petrobras decidió iniciar el año pasado unilateralmente las obras de construcción de la planta, ubicada en el Complejo Portuario de Suape, a pocos kilómetros de Recife, la capital de Pernambuco.
Fuentes de Petrobras mencionaron en el pasado que los desacuerdos consistían en el precio que se le pagará a Venezuela por el petróleo que suministrará a la refinería, los altos costes de la inversión, cifrada en unos 5 mil millones de dólares, y la comercialización de los productos que saldrán de la planta.