Al rendir hoy su informe periódico al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Nickolay Mladenov se refirió a la entrada de la policía israelí el domingo pasado a la zona de la Mezquita al-Aqsa arguyendo que se trataba de un operativo contra extremistas, que dio lugar a una serie de choques entre palestinos y esa fuerza pública.
Esa violencia continúa y hasta ahora se han reportado unos 60 heridos, lo que ha provocado una amplia condena internacional y de la Autoridad Palestina, mientras que Israel ha anunciado que usará todos los medios para mantener el status quo y el orden en ese complejo de sitios religiosos.
"Dada la feroz oleada de terror y extremismo que afecta al Medio Oriente, tales provocaciones pueden inflamar la violencia mucho más allá de los muros del Casco Antiguo de Jerusalén", aseveró Mladenov.
En videoconferencia desde la región, el coordinador especial urgió a todas las partes a actuar con responsabilidad y a evitar las acciones o retóricas provocadoras.
Añadió que la paciencia de la población se ha agotado y afirmó que para lograr la paz entre palestinos e israelíes hace falta impulsar medidas concretas en el terreno, en la región y en la arena internacional.
Mladenov explicó que también será necesario un cambio significativo en las políticas de Israel y el compromiso palestino de alcanzar una unidad nacional genuina.