Stephen O´Brien indicó que más de 3,200 personas han muerto y 1.3 millones se han desplazado a partir de marzo de este año, además de que pende la amenaza de una hambruna sobre millones de yemenitas.
Asimismo, señaló que incontables heridos están muriendo porque los hospitales no pueden operar por falta de electricidad y combustible.
O´Brien conminó a todas las partes enfrentadas a acordar una pausa humanitaria en todo el país y señaló que se debe garantizar que los civiles puedan dirigirse a áreas seguras sin el temor de ser atacados.
Agregó que es preciso que los trabajadores humanitarios entren al país para atender a los heridos y distribuir suministros básicos en todo el territorio de Yemen.
O´Brien se refirió, por otra parte, a los recientes ataques a la infraestructura médica, los centros de registro de desplazados y las instalaciones humanitarias, y recordó a los actores del conflicto que las leyes internacionales ordenan la protección de los civiles.