Cientos de árabe-israelíes enardecidos causaron este fin de semana disturbios en varias ciudades en protesta por el asesinato de un joven palestino que había sido secuestrado en Jerusalén Este, al parecer por colonos judíos.
El cadáver quemado del adolescente palestino fue hallado el miércoles en un bosque cerca de Jerusalén, dos días después de que fueran encontrados en un campo de Cisjordania los cuerpos sin vida de tres adolescentes israelíes que también habían sido secuestrados.
Los secuestros y asesinatos de jóvenes desataron una ola de violencia en Israel y los territorios palestinos, al tiempo que milicianos palestinos intensificaron sus ataques con cohetes contra localidades fronterizas israelíes desde la Franja de Gaza.
Netanyahu dijo durante la reunión semanal de su gabinete en Jerusalén que Israel actuará "con responsabilidad y ecuanimidad, sin precipitarse" ante el incremento de los ataques con cohetes.
Respecto a las protestas en Jerusalén Este y ciudades árabe-israelíes, Netanyahu afirmó que "dentro del Estado de Israel no hay lugar para gente que lanza piedras y bombas incendiarias contra la policía, que bloquea calles o destruye propiedades.
"Llamo a los líderes de la población árabe para que muestren responsabilidad y se pronuncien en contra de la ola de disturbios para restablecer la calma", dijo el primer ministro israelí. (DPA)