"Las partes deben buscar una resolución extrajudicial de esta petición a través de mediación", indica un documento de consentimiento firmado por las partes y remitido hoy a EFE.
"Sólo las partes en la demanda, sus abogados designados y los mediadores participarán en el proceso de mediación", añade el texto, al nombrar a dos facilitadores, incluyendo a Willy Mutunga, expresidente del Poder Judicial keniano (2011-2016).
El acuerdo establece un límite de 21 días para llevar a cabo el proceso desde su inicio ayer y señala que, "si las partes no logran llegar a un acuerdo amistoso dentro del plazo establecido, el asunto procederá" ante la justicia.
Esta nueva vía se abrió después de que la justicia ordenara el pasado mes de junio a Meta y a la empresa keniana subcontratada Samasource Kenya EPZ mantener los contratos y los sueldos de los 184 demandantes a la espera de determinar si sus despidos fueron ilegales.
Entonces, el juez Byram Ongaya, de la Corte Comercial de Milimani (Nairobi), no sólo ordenó la extensión de los contratos de los trabajadores que denunciaron a Meta y a otras dos compañías de subcontratación, sino que también concluyó que Meta fue su empleador "principal y primario", algo que niega la empresa.
Además, según dijo Ongaya, "no se puede decir que el trabajo llevado a cabo por los denunciantes se haya convertido en superfluo o haya desparecido", así que el motivo argumentado para su despido "no es válido".
Este no es el único litigio al que se enfrenta Meta en el continente africano: el pasado 14 de diciembre, tres litigantes presentaron en Nairobi una demanda por valor de cerca de 2.000 millones de euros contra la empresa en relación con el papel de Facebook en la propagación de violencia y discurso de odio en África.
Entre los demandantes figura Abraham Meareg, un académico etíope cuyo padre, un profesor de química oriundo de la región de Tigré (norte de Etiopía), fue víctima de un ataque racista en Facebook y posteriormente asesinado, en noviembre de 2021.
Asimismo, tanto Meta como Sama están en el centro de otra denuncia en la que un antiguo moderador de contenido sudafricano que trabajó en Kenia, Daniel Motaung, les acusa de explotación y malas condiciones de trabajo.
Según Motaung, los moderadores de contenido de Facebook no sólo trabajaban por salarios muy bajos y no se les permitía sindicarse, sino que se veían obligados a supervisar durante horas "contenido espantoso, como decapitaciones, torturas y violaciones", lo que llevó a muchos a contraer trastorno de estrés postraumático.