Gracias a la colaboración directa del secretario de Estado Marco Rubio, la secretaria de Agricultura Brooke Rollins, y el vicesecretario de Estado Christopher Landau, estamos cumpliendo la promesa del Presidente.
México se ha comprometido a transferir agua de inmediato desde embalses internacionales así como a aumentar la cuota estadounidense del caudal en seis afluentes del río Grande (río Bravo) hasta el final del ciclo hidrológico actual de cinco años. Estas medidas ayudarán a los agricultores, ganaderos y municipios estadounidenses del valle del río Grande (río Bravo) en Texas, a obtener el agua que tanto necesitan y a reducir la escasez de agua en virtud del Tratado de Aguas de 1944.
Estados Unidos y México también se comprometieron a desarrollar un plan a largo plazo para cumplir de forma fiable con los requisitos del tratado y, al mismo tiempo, atender las deudas de agua pendientes, incluso por medio de transferencias mensuales adicionales y consultas periódicas sobre el suministro de agua que consideren las necesidades de los usuarios de Texas.
Estados Unidos agradece a la presidenta Sheinbaum su participación personal para facilitar la cooperación entre los distintos niveles de su gobierno y establecer una estrategia unificada para abordar esta prioridad en curso.
Esperamos continuar nuestra cooperación con el Gobierno de México para encontrar soluciones a la escasez de agua que afecta a las comunidades de ambos lados de la frontera, incluso por medio de medidas para promover la conservación del agua y garantizar un suministro regular y predecible de agua a Estados Unidos.