Merkel recibió en la Cancillería a Barroso y Van Rompuy, con el objetivo de abordar en una cena de trabajo tanto el pacto fiscal en la euro zona como las propuestas consensuadas entre Berlín y París para el crecimiento y la creación de empleo.
Ambas cuestiones centran la agenda oficial de la próxima cumbre de la UE, junto con la acuciante situación de Grecia.
La cita en la Cancillería sigue al pronunciamiento en Berlín de la directora gerente de FMI, Christine Lagarde, quien abogó por "aumentar" los "cortafuegos" -los fondos de rescate europeos- para que países como España e Italia no se vean arrastrados a una crisis de liquidez.
Lagarde, quien anoche se reunió con Merkel, aseguró este lunes en un discurso que son imprescindibles unos cortafuegos "más grandes" en la UE para evitar el contagio de más economías con problemas de endeudamiento.
"Creemos que son necesarios cortafuegos más fuertes. Sin ellos, países como Italia y España, que son fundamentalmente capaces de pagar su deuda, podrían incurrir en un problema de falta de liquidez por culpa de una situación anormal en los mercados", aseguró.
Indicó que basta con incrementar la capacidad financiera de "los cortafuegos" de una forma "creíble" y "operativa", aunque subrayó que no es necesario "doblarlos".
Se mostró a favor de transferir los recursos no utilizados del temporal Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF) al permanente Mecanismo Europeo de Estabilización (MEDE) cuando este comience a funcionar, a mediados de 2012, cuestión que hasta ahora ha rechazado Merkel.
Poco después del pronunciamiento de Lagarde, el portavoz gubernamental alemán, Steffen Seibert, insistía en que Alemania no ve la necesidad de duplicar la dotación prevista -medio billón de euros-.
Las presiones a favor de un incremento del paraguas, principalmente desde Italia -que pretende incluso que se doble- y el FMI, marcaron la reunión de ayer entre Lagarde y Merkel, tras la cual no hubo ninguna comparecencia ante los medios.
Tampoco se espera que la haya hoy al término de la cena de trabajo con Barroso y Van Rompuy.
La cita de ayer entre Merkel y Lagarde estaba centrada en la participación del FMI en los fondos de rescate -y, consecuentemente, en las troikas que supervisan a Grecia, Portugal e Irlanda- y la contribución europea de 200,000 millones de euros al FMI.
La ronda de reuniones en Berlín están marcadas además por la filtración en días pasados de que Berlín y París se proponen crear un fondo para impulsar el crecimiento en los países más perjudicados por la crisis de las finanzas públicas.
El objetivo de este nuevo instrumento es fomentar el crecimiento económico y reducir el desempleo de forma paralela a la implementación de los planes de ahorro y consolidación fiscal.
A este ronda de contactos de Merkel se sumó la mantenida también este lunes con el primer ministro de Bélgica, Elio di Rupo, a la espera de que el jueves reciba al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.