No vamos a repetir los errores de otros países", porque "sabemos que la riqueza del petróleo es un cuchillo de doble filo", declaró el jefe de Estado en un mensaje transmitido en cadena de radio y televisión con motivo del Día de la Independencia de Brasil, que se celebrará mañana.
"Este 7 de septiembre será el día de una nueva independencia" y "su nombre es el presal", dijo en alusión a como se conoce el nuevo horizonte petrolero, que guarda reservas calculadas entre 50 mil y 80 mil barriles de petróleo.
Esas reservas aún no explotadas se sitúan a un promedio de 150 kilómetros de la costa y a profundidades de entre 5 mil y 7 mil metros, que incluyen una capa salina a altas temperaturas con un espesor que va de 300 a 2 mil metros.
En su mensaje, Lula volvió a defender el marco regulador que el gobierno ha propuesto para las operaciones en esa zona, que apunta a reforzar la presencia del Estado en la industria petrolera y ha sido recibido con dudas por la oposición.
Según el presidente, ese modelo, que aún deberá ser discutido por el Congreso, "garantiza que la mayor parte de la riqueza quede en manos de los brasileños e impide que cualquier gobernante malgaste esos recursos".
También reiteró su tesis de que "Brasil no puede ser un mero exportador de crudo" y subrayó que los planes del gobierno apuntan a convertir al país en un polo petroquímico mundial, para darle valor agregado al crudo y exportar derivados, "que valen mucho más".