"El gobierno británico ha comprendido siempre que sería atractivo construir la que sería una compañía de defensa líder en el mundo, pero también que eso debía hacerse sobre la base de que favorecía el interés nacional británico", afirmó el ministro.
Hammond resaltó que el Reino Unido "expuso sus condiciones para que eso ocurriera, lo mismo que hicieron los gobiernos francés y alemán".
Las compañías han "estudiado todos esos factores" y han "decidido que era demasiado difícil llevar el proyecto adelante", afirmó el ministro.
Hammond detalló que el Ejecutivo británico entiende que para que la empresa resultante de una eventual fusión hubiera tenido éxito "debía tener libertad para operar como una compañía comercial, sin influencias o controles indebidos por parte de ningún gobierno".
"Eso es algo que la compañía ha considerado que no era capaz de lograr", afirmó el titular de Defensa.
El ministro recalcó además que BAE, que cayó en bolsa más de un 2 por ciento tras el anuncio del fracaso de la fusión, afronta ahora nuevos "retos" y debe "evolucionar".
La firma británica y el consorcio europeo EADS hicieron público este miércoles que rompían los contactos, que habían anunciado el pasado 12 de septiembre, para negociar la unión entre ambos.
La fusión hubiera dado como resultado una empresa con una plantilla cercana a los 220.000 trabajadores, 52.000 de ellos en el Reino Unido.
El sindicato británico Unite, que representa a cerca de 30.000 trabajadores de las dos compañías, lamentó que "una fusión, con los puestos de trabajo garantizados, habría creado una potente nueva compañía que podría haber protegido los intereses del Reino Unido a largo plazo".
"Había una lógica industrial detrás de esa fusión, pero los intereses nacionales y políticos han resultado ser un obstáculo infranqueable", señaló el portavoz sindical Ian Waddell.
Para el miembro de Unite, "el gobierno británico debe ahora enviar un mensaje contundente para demostrar que apoya a la industria británica y a BAE Systems".
Por contra, un portavoz del sindicato GMB en Escocia, Jim Moohan, consideró que la ruptura de las negociaciones es "una decisión adecuada" que debe "aliviar" a la plantilla de BAE, porque se ha evitado "una situación que podría haber desestabilizado a una compañía que tiene éxito".