El embargo es contrario a los principios de la Carta de Naciones Unidas y las reglas del derecho internacional, señalaron de forma conjunta la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el Mercosur, la Comunidad de Estados del Caribe (Caricom) y países individuales como México y Venezuela.
Otros bloques, como el Grupo de los 77 (países en desarrollo y emergentes), el Movimiento de los No Alineados o los islámicos, y estados como Rusia y China, señalaron igualmente su oposición al embargo durante el debate que celebra hoy la Asamblea General.
El embargo, impuesto por la Casa Blanca en 1959, se ha transformado en un "sistema severo" que genera "enormes injusticias para el pueblo cubano", señaló el representante de Chile en nombre de Celac.
Añadió que el embargo "contradice el multilateralismo, la apertura y el diálogo".
La embajadora de Brasil, Maria Luiza Ribeiro, que habló en nombre de Mercosur y sus países asociados, denunció por su parte que el embargo "genera carencias y sufrimiento a la población cubana", además de que "limita las posibilidades de desarrollo" de la isla.
Ambos representantes criticaron también las "medidas extraterritoriales" aprobadas por Estados Unidos, como la discutida ley Helms-Burton, que afectan a otros estados y a la libertad de comercio y navegación.
México señaló, por su parte, su convencimiento de que este tipo de medidas produce "severas consecuencias humanitarias" sobre el pueblo cubano y tiene un impacto negativo en el desarrollo económico y social del país.
También recalcó que el embargo "supone la renuncia a la negociación, la diplomacia y el diálogo".
Venezuela afirmó que el bloqueo económico estadounidense "no logrará" su objetivo de cambiar el Gobierno cubano y es un residuo de la Guerra Fría en pleno siglo XXI.
El representante venezolano apeló al presidente estadounidense, Barack Obama, del que dijo que igual que ha sabido entender a la población latina de su país, "debería hacerse eco del clamoroso sentimiento de este continente" y poner fin al bloqueo.
"Si el nuevo Gobierno de Obama procede en esa dirección, estaría actuando en el sentido correcto de la historia", afirmó.
El embargo fue impuesto de manera oficial en febrero de 1962, bajo la Administración del presidente John F. Kennedy, pero ya el Gobierno estadounidense había impuesto ciertas sanciones desde 1959, año del triunfo de la revolución cubana.