El portavoz de Exteriores, Said Jatibzadeh, explicó que el hecho de que se hayan producido avances "no significa que esos diálogos hayan llegado a su etapa final".
"Estamos en una etapa difícil y complicada (...) creo que hasta hoy los diálogos se han movido por buen camino", agregó en una rueda de prensa.
Jatibzadeh indicó que en Viena tienen lugar "diálogos técnicos respecto al modo de eliminar las sanciones opresivas de EE.UU. y el regreso del Gobierno de EE.UU a sus compromisos bajo el JCPOA (siglas en inglés del acuerdo nuclear)".
"Creemos que si el Gobierno de EE.UU. decide distanciarse del legado fallido de (el expresidente Donald) Trump e intenta cumplir con sus compromisos, ese camino avanzará con mayor facilidad", subrayó el portavoz.
Irán y seis grandes potencias mundiales (EE.UU., China, Francia, Rusia, el Reino Unido y Alemania) firmaron en 2015 el histórico acuerdo para limitar el programa atómico iraní a cambio del alivio de las sanciones internacionales.
Sin embargo, EE.UU., bajo el mandato de Trump, se retiró en 2018 del pacto e impuso duras sanciones contra Irán, país que en represalia dejó de cumplir con la mayoría de sus obligaciones nucleares.
El actual presidente estadounidense, Joe Biden, quiere regresar al pacto, pero antes de levantar las sanciones exige que Irán cumpla todas las obligaciones del acuerdo, lo que Teherán rechaza por ahora.
Las negociaciones de Viena comenzaron a principios del presente mes de abril y tienen como objetivo conseguir una solución para que Irán vuelva a cumplir con sus compromisos y Washington levante las sanciones impuestas a Teherán.
Una de las principales violaciones del pacto cometidas por Irán es el nivel del enriquecimiento de uranio. Conforme al JCPOA, diseñado para evitar que el régimen de los ayatolás se haga con la bomba atómica, Irán solo puede producir uranio enriquecido al 3,67 % y usar centrifugadoras de primera generación.
El pasado enero, Irán superó ese límite y comenzó a enriquecer al 20 % y, el viernes pasado, informó de que ya ha producido uranio enriquecido al 60 %, el más alto nivel hasta la fecha.
Esta pureza de enriquecimiento fue la respuesta al sabotaje que tuvo lugar el pasado 11 de abril en la instalación nuclear de Natanz, del que Irán responsabilizó a Israel.
Al respecto, Jatibzadeh criticó que "la operación terrorista estuvo acompañada de la inacción y la falta de condena por parte de EE.UU. y los países europeos".
Este acto ha añadido más tensión a las ya arduas negociaciones que, según reiteró hoy el portavoz de Exteriores, Irán no quiere que sean "de desgaste".
Hace dos días, el principal negociador iraní y viceministro de Exteriores, Abás Araqchí, dijo que se ha establecido "un nuevo entendimiento" entre Irán y los firmantes del acuerdo nuclear en las negociaciones de Viena y que las partes ya "pueden comenzar a trabajar en un texto común".