La UE pone la mejora de la competitividad de la economía en su punto de mira

La Unión Europea (UE) ha puesto en su punto de mira la mejora de la competitividad de la economía europea para recuperar el crecimiento y la creación de empleo, un reto que podría verse dificultado por la fortaleza de la moneda única respecto a otras divisas.

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El comisario europeo para Asuntos Económicos, Olli Rehn, da una rueda de prensa tras la reunión del Eurogrupo celebrada en la sede de la Unión Europea, Bruselas, Bélgica, el 11 de febrero del 2013.

Los ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin) aprobaron hoy en Bruselas unas conclusiones que se centran "en la necesidad de fomentar la competitividad", señaló el vicepresidente económico de la Comisión Europea (CE), Olli Rehn, para lo que los veintisiete países comunitarios abogan por continuar con el impulso reformista.

"Tenemos que mantener las reformas, no por las reformas en sí, sino por recuperar el crecimiento y la creación de empleo", señaló Rehn en una conferencia de prensa al término del Ecofin.

Los Veintisiete han dado su visto bueno al informe anual de crecimiento presentado por la Comisión, publicado en noviembre pasado, que marca el inicio del conocido como "semestre europeo", el proceso por el que Bruselas controla las políticas fiscales, económicas y laborales de los Estados miembros.

El texto destaca cinco puntos prioritarios para el próximo año: mantener la consolidación fiscal, reabrir el grifo del crédito a la economía real, promover el crecimiento y la competitividad de la economía europea, hacer frente al desempleo y modernizar la administración pública.

Tras la luz verde del Ecofin, el informe será previsiblemente respaldado por los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en la cumbre europea del 14 y el 15 de marzo, tras lo que los países prepararán sus planes de reformas (económicas y laborales) y sus programas de estabilidad (políticas fiscales) para este año.

Hacia abril, los Veintisiete tendrán que presentar estos planes a Bruselas, que serán analizados por la Comisión Europea para, en torno a mayo, plantear sus recomendaciones por países, en las que se pone de relieve qué políticas se encuentran en el buen camino y qué medidas adicionales son necesarias.

Los ministros de Economía y Finanzas aprobaron también otras conclusiones en las que instan a los Veintisiete a corregir los desequilibrios macroeconómicos que sufren, para lo que deben hacer frente "de forma concreta y ambiciosa" a los desajustes dentro de sus planes nacionales de reformas y de estabilidad y convergencia.

Esas medidas "contribuirán a mejorar la competitividad de esos países, contribuyendo al balance global de la eurozona y el conjunto de la UE", consideraron.

Otra de las cuestiones que afectan a la competitividad de la economía de la zona de euro es la fortaleza de la moneda única, una situación que preocupa especialmente a Francia.

Los Veintisiete acordaron hoy pedir a sus socios del G20 que reafirmen su compromiso de no manipular el tipo de cambio de las divisas, ya que un valor excesivamente alto del euro puede afectar negativamente la competitividad de la eurozona en términos comerciales.

Japón está en el centro de las preocupaciones europeas, dada la política a la baja que está aplicando sobre el yen, de manera que se ven favorecidas sus exportaciones en detrimento de las de sus competidores, una postura que ha reavivado las alertas ante una posible "guerra de divisas".

Sin mencionar directamente a Tokio, Rehn advirtió de que mantener el valor de una moneda más bajo de manera artificial puede causar "una oleada de devaluaciones" en respuesta, por lo que la UE planteará esta cuestión en la reunión de ministros de Economía y gobernadores de los países del G20 que se celebrará el jueves y el viernes en Moscú.

"Hacer de los tipos de cambios un objetivo político para ganar competitividad por parte de cualquier socio iría en contra del espíritu de los acuerdos del G20 y vamos a recordarlo en Moscú. Espero que se refleje en el comunicado final del G20", recalcó Rehn.