De julio a septiembre de 2010, la economía de la UE se expandió un 0.5 por ciento, lo que supone una consolidación de la recuperación, pero también una ralentización de la misma respecto al incremento del PIB del 1 por ciento registrado el trimestre anterior.
Los programas de ajuste emprendidos en la mayor parte de los estados, el menor tirón del sector de las exportaciones y la ligera ralentización de la locomotora alemana están detrás de esta suavización de la recuperación, que ya había sido augurada por los analistas.
Los principales competidores europeos, Estados Unidos y Japón, aceleraron su recuperación en ese periodo, con un crecimiento del PIB del 0.6 por ciento y del 0.9 por ciento, respectivamente, frente a incrementos del 0.4 por ciento en el segundo trimestre para ambos países.
En cambio, la Comisión Europea defiende que estos datos, que prácticamente no han supuesto ninguna variación sobre la estimación adelantada el 12 de noviembre, reflejan que la recuperación se consolida y que el crecimiento económico se está equilibrando, al depender menos de las exportaciones y más del consumo privado.
"La tendencia general es positiva en comparación al trimestre anterior. El crecimiento del 0.4 por ciento en la Eurozona y del 0.5 por ciento en la UE se han visto favorecidos, sobre todo, por el consumo privado y público, además de las exportaciones", ha explicado el portavoz de Asuntos Económicos y Monetarios, Amadeu Altafaj.
En el tercer trimestre, la subida de las exportaciones se ralentizó en la zona euro al crecer un 1.9 por ciento, considerablemente por debajo del incremento del 4.3 por ciento anotado de abril a junio.
El consumo privado, por su parte, se afianzó al aumentar un 0.3 por ciento, frente a la subida del 0.2 por ciento del trimestre anterior.
La ralentización del crecimiento se dejó notar en las principales economías europeas, especialmente en Alemania, que creció un 0.7 por ciento frente al período abril-junio, en el que registró una expansión récord del 2.3 por ciento debido al buen comportamiento de sus exportaciones.
Francia tuvo un crecimiento del 0.4 por ciento (frente a un 0.7 por ciento en el segundo trimestre), Italia registró un 0.2 por ciento (frente al 0.5 por ciento del trimestre anterior) y Reino Unido se expandió un 0.8 por ciento (frente al 1.2 por ciento en el segundo trimestre).
En España, el PIB del tercer trimestre registró un crecimiento cero, después de un aumento del 0.3 por ciento en el segundo trimestre.
La publicación de estos datos ocurre la misma semana en la que la Comisión Europea presentó su último informe de previsiones económicas, en el que auguraba una ralentización de la recuperación en 2011, debido a las medidas de ajuste adoptadas en la mayor parte de los países para tranquilizar a los mercados de deuda.
Se da la paradoja de que los países necesitan de ese crecimiento económico para garantizar la consolidación de sus cuentas públicas.
En el caso de España, la Comisión auguró que no podrá cumplir su compromiso de reducir el déficit hasta el 6 por ciento del PIB en 2011 debido a que la economía crecerá el ejercicio que viene a un ritmo considerablemente inferior al previsto por el Gobierno.
El informe de otoño del Ejecutivo comunitario, que ha modificado varias veces al alza las previsiones de crecimiento para España en los últimos meses, cree que el crecimiento del PIB español será del 0.7 por ciento el ejercicio que viene, prácticamente la mitad del 1.3 por ciento contemplado por el Gobierno.