El segundo de los tres cálculos que hace el Gobierno sobre el producto interno bruto (PIB) revisó a la baja la primera de las estimaciones, que apuntaba a un crecimiento del 2.2 por ciento, según el informe del Departamento de Comercio.
Se confirmó así la desaceleración entre enero y marzo de la economía estadounidense, que en el último trimestre de 2011 creció a un ritmo del 3 por ciento.
El menor crecimiento del PIB entre enero y marzo se debió a que los consumidores gastaron menos, el gasto público también se redujo y aumentó además el déficit comercial de Estados Unidos a causa de la aceleración de las importaciones.
El gasto de los consumidores, que en Estados Unidos representa casi el 70 por ciento de la actividad económica, subió un 2.7 por ciento en el primer trimestre, por debajo del 2.9 por ciento calculado inicialmente, a causa de la caída en la compra de automóviles.
En cuanto al gasto público, cayó en todos los niveles a una tasa del 3.9 por ciento anual, 9 décimas más que el cálculo inicial del 3 por ciento.
Fue el sexto trimestre consecutivo en el que el gasto del Gobierno disminuyó, debido fundamentalmente a las restricciones presupuestarias.
Aunque las exportaciones están aumentando en parte por varios planes puestos en marcha por el gobierno para fomentarlas, las importaciones también crecieron entre enero y marzo, lo que contribuyó a incrementar el déficit comercial y a la ralentización del avance del PIB.
En el lado positivo, el gasto empresarial en equipos y software fue revisado al alza desde el 1.7 por ciento del primer cálculo al 3.9 por ciento.
La construcción residencial también se revisó ligeramente al alza y la contracción de la inversión en estructuras no residenciales no fue tan profunda como se esperaba.
Según los analistas, la economía estadounidense está mejorando lentamente, pero sigue pesando en la recuperación el endeudamiento de los consumidores.
Los economistas sostienen que es necesario crecer a una tasa del 3 por ciento para reducir el desempleo, que actualmente se sitúa en el 8.1 por ciento y es una de las principales preocupaciones de los estadounidenses en un año electoral.
El gobierno divulgará este viernes el dato de desempleo correspondiente a mayo y los analistas pronostican que la tasa se mantendrá estable en el 8.1 por ciento.
Para el segundo trimestre de 2012 se espera un crecimiento más fuerte del PIB, en torno al 2.2 por ciento anual.
La Reserva Federal (Fed) indicó recientemente que espera que la actividad económica de Estados Unidos crezca entre un 2.4 por ciento y un 2.9 por ciento este año, 2 décimas porcentuales más, respectivamente, que en sus previsiones de enero pasado.
Pese a la desaceleración en el primer trimestre del año, la economía estadounidense sigue fuerte en comparación con la eurozona, donde muchos países están en recesión.
No obstante, la actividad económica en Estados Unidos continúa débil en comparación con países emergentes como China, cuyo PIB creció a una tasa anual del 8.1 por ciento en el primer trimestre, e India, que tuvo una tasa del 5.3 por ciento entre enero y marzo.
Uno de los mayores temores es que la crisis europea podría profundizarse, volver a sacudir a los mercados financieros y reducir la demanda de exportaciones estadounidenses.
Los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y Francia, François Hollande, la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro italiano, Mario Monti, hablaron este miércoles en una videoconferencia sobre la crisis económica en Europa, según informó la Casa Blanca.
Obama, Merkel, Hollande y Monti "acordaron continuar en consultas" durante los preparativos de la Cumbre del G20, que tendrá lugar en México en junio.