Actualmente, 17.4 millones de yemeníes necesitan asistencia alimentaria y 5.7 millones se enfrentan a niveles de hambruna extrema, según un nuevo análisis sobre Yemen de la FAO, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y Unicef.
Si la situación continúa como ahora, los organismos esperan que 1.6 millones de personas más en el país caigan en niveles de emergencia de hambre para finales de año.
"La conclusión rotunda es que tenemos que actuar ahora. Tenemos que mantener la respuesta humanitaria integrada para millones de personas, incluyendo apoyo alimentario y nutricional, agua potable, atención sanitaria básica, protección y otras necesidades", dijo el Coordinador Residente y Humanitario para Yemen, David Gressly.
La guerra que asola el país desde hace años es la causante del hambre que sufre la población, debido a la crisis económica provocada por el conflicto y la caída de la moneda, que provocó que los precios de los alimentos alcanzaran el año pasado sus niveles más altos desde 2015.
"Es probable que la guerra de Ucrania genere importantes perturbaciones en las importaciones, impulsando aún más los precios de los alimentos. Yemen depende casi por completo de las importaciones de alimentos, con un 30 % de sus importaciones de trigo procedentes de Ucrania", apuntó la FAO.
Todos estos factores pueden causar que en la segunda mitad de 2022 el número de personas que experimentan "niveles catastróficos" de hambre crezca un 420 %, pasando de las 31,000 personas actuales a 161,000, lo que confirma que se vive una "cuenta atrás hacia la catástrofe en Yemen", subrayó Beasley.
El PMA tuvo que reducir a principios de año las raciones de alimentos para 8 millones de yemeníes debido a la escasez de fondos, por lo que el organismo reclamó que se den "nuevos fondos sustanciales de forma inmediata o la hambruna y la inanición masivas se sucederán".