Tras las insólitas imágenes publicadas el miércoles de icónicos edificios como el Empire State Building rodeados por una nube de humo naranja, el Capitolio estadounidense en Washington amaneció este jueves sumido en la nube de humo.
Las autoridades han instado a la población a limitar el tiempo que pasan al aire libre y a usar mascarillas para evitar inhalar el humo que podría contener partículas contaminantes.
A través de redes sociales, el Servicio Meteorológico Nacional explicó este jueves qué hacer si se emite una alerta de mala calidad de aire: “Permanezca adentro, manténgase informado, minimice el uso de vehículos y otras máquinas que funcionan con gasolina, y no queme desechos u otros artículos”, apuntó.
Todo ello es consecuencia del denso humo procedente de más de 430 incendios forestales activos que arrasan Canadá y varias zonas del noreste de Estados Unidos.
Según los pronósticos, el aire, que ha hecho desplazar el humo hacia el sur del país, puede tardar varios días en despejarse en una zona en la que viven aproximadamente 75 millones de personas.
Algunos servicios públicos se han cancelado. Por ejemplo, las escuelas públicas en Yonkers, Nueva York, están cerradas el jueves y en los colegios de Nueva York, Maryland, Virginia y Washington DC se cancelaron las actividades al aire libre.
En Washington, esta mañana el índice de calidad del aire superaba los 310 y alcanzaba el nivel 6 o “peligroso”, según el Air Quality Index (AQI).
La calidad del aire en Nueva York comenzó a mejorar ligeramente el jueves por la mañana, aunque todavía en un nivel 5 de 6 "muy poco saludable".
Filadelfia, Harrisburg, en Pensilvania, y Washington DC son ahora las zonas más afectadas por un humo que afecta también a grandes urbes como Baltimore, Newark, Pittsburgh, Detroit, Cleveland, Cincinnati o Indianápolis.
Hay más de 400 incendios forestales activos en Canadá y las autoridades han advertido que este año será uno de los peores de la historia del país.