El gobierno italiano, que preside Mario Monti, ha elevado una décima su previsión del déficit público de Italia para 2012, hasta el 1.7 por ciento de su PIB, pero mantiene el objetivo de aproximarse al equilibrio presupuestario en 2013 sin necesidad de más planes de ajuste.
Esto es lo que figura en el Documento de Economía y Finanzas (DEF) aprobado hoy en el Consejo de Ministros celebrado en Roma, que contiene la revisión de las previsiones económicas y financieras del Ejecutivo italiano y que tiene que ser presentado a las autoridades de la Unión Europea (UE) antes del próximo 30 de abril.
El gobierno italiano, que aprobó en diciembre un plan de ajuste de más de 30,000 millones de euros, estima que en 2013 el déficit público del país caerá hasta el 0.5 por ciento del PIB, cuatro décimas por encima de la anterior previsión, y que precisamente ese 0.1 por ciento pronosticado para el año que viene no se logrará hasta el 2014.
Estas previsiones, afectadas por un escenario de empeoramiento de la recesión económica, contrastan con las divulgadas ayer por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que indican que Italia, que cerró 2011 con un déficit público del 3.9 por ciento del PIB, no logrará cuadrar las cuentas antes de 2017, con un déficit del 2.4 por ciento este año y del 1.5 por ciento en 2013.
Pero en cualquier caso, la revisión de las previsiones del Ejecutivo de Monti no le impedirá a Italia, cuyo Parlamento aprobó ayer de modo definitivo la reforma que introduce en la Constitución la exigencia del equilibrio presupuestario, cumplir con el pacto de estabilidad europeo.
En cuanto a las previsiones sobre la economía italiana, el Ejecutivo empeora sus pronósticos para el PIB del país en 2012, cuando estima que se contraerá un 1.2 por ciento, frente al 0.4 por ciento indicado anteriormente, para crecer en 2013 un ligero 0.5 por ciento hasta llegar al crecimiento del 1 y del 1.2 por ciento en 2014 y 2015, respectivamente.
Estas cifras vuelven a contrastar con las ofrecidas ayer por el FMI, que prevé una contracción económica para Italia del 1.9 por ciento en 2012 y del 0.3 por ciento en 2013, con una ligera recuperación en el último trimestre del año que viene en términos interanuales del 0.7 por ciento.
Para este año, las autoridades comunitarias habían previsto un retroceso del PIB italiano del 1.3 por ciento, frente al 1.5 por ciento negativo estimado por el Banco de Italia.
En un documento que acompaña al DEF, Monti afirma que Italia ha sufrido un gran impacto por la crisis y que "le cuesta" salir de ella y apuesta por que el dinero que recauden por la intensificación en la lucha contra la evasión fiscal sea utilizado para rebajar el nivel impositivo del país.
"La crisis nace de factores externos a la economía italiana y relacionados con el cuadro europeo internacional, pero también por el hecho que durante mucho tiempo no se han afrontado las debilidades estructurales de fondo de nuestra economía", indica el jefe del gobierno de Italia.
"No es posible esperar que la tormenta pase y el paréntesis se cierre. La crisis que vivimos desde 2008 puede tener un impacto duradero y profundo sobre el potencial de crecimiento de Italia, aunque se ha evitado un impacto destructivo", añade.