Italia acepta el desembarco de 102 indocumentados tras el rechazo de Malta

El Gobierno de Italia ha aceptado el desembarco en territorio italiano de los 102 inmigrantes indocumentados rescatados el pasado lunes por un buque cisterna a 45 millas de las costas de Libia, después de que el Ejecutivo de Malta se negara a ello.

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La guardia costera escolta el barco que acerca a un grupo de refugiados africanos al puerto de Siracusa, en la isla italiana de Sicilia, el 7 de agosto de 2013.

Según informa hoy en un comunicado el Gobierno maltés, el buque cisterna Salamis ha zarpado en dirección a Siracusa, en la isla italiana de Sicilia, donde se prevé que desembarquen los inmigrantes, tras haber permanecido bloqueados a 25 millas de Malta a la espera de recibir el permiso para poder pisar tierra.

El desbloqueo del caso, que llevó ayer a intervenir a la Comisión Europea y pedir a Malta que permitiera el desembarco, se debe, según el Ejecutivo maltés, a que en las últimas horas de ayer, martes, se intensificaron los contactos diplomáticos con el Gobierno italiano y también con el griego.

En la nota, el primer ministro de Malta, Joseph Muscat, agradece a su homólogo italiano, Enrico Letta, una decisión con la que "aumentarán las relaciones y los lazos culturales entre los dos Gobiernos y países".

Muscat insiste además en que "durante esta crisis, la posición de Malta fue siempre sólida y legítima", que envió una señal "muy clara" a través del trabajo coordinado del ministro de Interior y Seguridad Nacional, Emanuel Mallia, la brigada de las Fuerzas Armadas y el fiscal general.

Los 102 indocumentados, entre los que figuran cuatro mujeres embarazadas, una herida, y un bebé de cinco meses, fueron rescatadas por el buque de bandera liberiana Salamis frente a las costas de Libia, tras una petición de las autoridades de rescate marítimo italianas.

La comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström, pidió este martes, por "deber humanitario" a Malta que dejara desembarcar a los inmigrantes, pues "devolver el barco a Libia sería contrario a la legislación internacional", aunque dijo entender la "particular presión migratoria" a la que hace frente el país mediterráneo. (EFE)