Según informa hoy en un comunicado el Gobierno maltés, el buque cisterna Salamis ha zarpado en dirección a Siracusa, en la isla italiana de Sicilia, donde se prevé que desembarquen los inmigrantes, tras haber permanecido bloqueados a 25 millas de Malta a la espera de recibir el permiso para poder pisar tierra.
El desbloqueo del caso, que llevó ayer a intervenir a la Comisión Europea y pedir a Malta que permitiera el desembarco, se debe, según el Ejecutivo maltés, a que en las últimas horas de ayer, martes, se intensificaron los contactos diplomáticos con el Gobierno italiano y también con el griego.
En la nota, el primer ministro de Malta, Joseph Muscat, agradece a su homólogo italiano, Enrico Letta, una decisión con la que "aumentarán las relaciones y los lazos culturales entre los dos Gobiernos y países".
Muscat insiste además en que "durante esta crisis, la posición de Malta fue siempre sólida y legítima", que envió una señal "muy clara" a través del trabajo coordinado del ministro de Interior y Seguridad Nacional, Emanuel Mallia, la brigada de las Fuerzas Armadas y el fiscal general.
Los 102 indocumentados, entre los que figuran cuatro mujeres embarazadas, una herida, y un bebé de cinco meses, fueron rescatadas por el buque de bandera liberiana Salamis frente a las costas de Libia, tras una petición de las autoridades de rescate marítimo italianas.
La comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström, pidió este martes, por "deber humanitario" a Malta que dejara desembarcar a los inmigrantes, pues "devolver el barco a Libia sería contrario a la legislación internacional", aunque dijo entender la "particular presión migratoria" a la que hace frente el país mediterráneo. (EFE)