La mayoría de los analistas esperaba que el gasto subiera un 0.3 por ciento y los ingresos un 0.2 por ciento el mes pasado.
El incremento de los ingresos a un ritmo más alto que los gastos tuvo un aumento del 3.5 por ciento en la tasa de ahorro del ingreso disponible, es decir lo que queda en manos de los consumidores después de pagar impuestos.
En septiembre la tasa de ahorro había sido del 3.3 por ciento.
Este dato revirtió la tendencia registrada en el trimestre anterior cuando el gasto de los consumidores creció a un ritmo más alto que los ingresos, lo que hizo que los economistas se preocuparan por el colapso del gasto y el debilitamiento de la reactivación económica.
El índice de precios en gastos de consumo, una de las tres medidas de la inflación en Estados Unidos, bajó en octubre un 0.1 por ciento y en los doce meses anteriores la inflación había sido del 2.7 por ciento.