En las negociaciones también se hablará de poner fin a los combates y ataques a infraestructuras, así como de pasos para crear confianza, como la liberación de detenidos y el flujo de ayuda humanitaria.
Actualmente en Libia coexisten dos gobiernos rivales que actúan cada uno mediante su propio Parlamento. Por un lado, está el gobierno moderado que cuenta con reconocimiento internacional y tiene sede en la ciudad de Tobruk, en el este del país. Por el otro, está en funcionamiento un gobierno liderado por islamistas, que opera con sede en la capital tradicional libia, Trípoli.
Diversas milicias apoyan a ambos gobiernos, que sin embargo no tienen el control completo del territorio.
Las conversaciones en Ginebra comenzaron el miércoles bajo la dirección del enviado especial a Libia de la ONU, el español Bernardino León, pero no acudieron representantes desde Trípoli. En su nombre participó una delegación de Misrata, vinculada con el gobierno de la capital. (DPA)