Está en decadencia la hegemonía mundial de EU en tiempos de Trump

La nueva constelación internacional es peligrosa como resultado de que Estados Unidos se haya quitado la corona del liderazgo mundial y los beneficiarios directos son China y Rusia, declaró el director del Instituto Real Británico de Asuntos Internacionales, Robert Niblett.

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

En un análisis para la Sociedad Alemana de Política Exterior, con sede en Berlín, el experto apuntó que ese es el resultado de que presidente Donald Trump renunciara al liderazgo de Estados Unidos en el mundo. Ese vacío traerá consigo en 2018 diversas consecuencias.

Esa renuncia constituye además un cambio fundamental y estructural en la política internacional.

“Estados Unidos se convirtió de ser un líder mundial comprometido a ser una superpotencia fundamentalmente egoísta. Con su mantra de ‘America First’, Trump renunció al consenso de la posguerra por parte de Estados Unidos en favor del libre comercio y de la apertura política”, dijo.

Niblett puso de manifiesto que la posición del Estados Unidos de Trump obliga a Europa a ser más autónoma en la escena internacional y en la defensa militar, y que con la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, ese gremio de países se ve ahora en la necesidad de dar pasos serios para aumentar sus gastos para la defensa militar y de lograr una mayor integración en ese terreno”.

“En términos generales, Trump está logrando con su política, sin duda alguna, que Europa acelere el desarrollo de su autonomía en la escena internacional”. Agregó que Europa está intensificando sus relaciones de seguridad en diversas regiones del mundo.

“Finalmente, la UE acordó un tratado de libre comercio con Japón, y se esfuerza por lograr un mandato para llevar a cabo negociaciones semejantes con Australia y Nueva Zelanda”. Indicó que, al mismo tiempo, esos esfuerzos dejan al descubierto cuán contradictorios son los intereses de los diversos países de la Unión Europea.

Apunto que varios de ellos lo que quieren es concentrarse en sus temas nacionales y en poner en paz su propia casa después de la crisis financiera.

“Un segundo grupo (de países) que hay que considerar, son los que ponen en cuestionamiento el liderazgo de Estados Unidos en el mundo, sobre todo China y Rusia. En muchos sentidos, son los beneficiarios directos de la retirada de Estados Unidos”, refirió.

El presidente Xi Jinping usó en forma temprana ese vacío de liderazgo (en el mundo) desde el discurso en favor de la globalización que pronunció hace un año en Davos. En mayo de 2017 hizo convocar una gran conferencia internacional para presentar la iniciativa concebida y encabezada por China de crear la llamada “Nueva Ruta de la Seda” en Asia.

Niblett subrayó que China está expandiendo su influencia en la región a falta de otras alternativas y que ese país está en busca de caminos para usar su recién ganada influencia, ya sea en las Naciones Unidas y en debates internacionales como la regulación de Internet.

“Mientras que Estados Unidos no tiene una estrategia para el Medio Oriente, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha redoblado su presencia y apoya militarmente a Siria. Ahora está intensificando sus relaciones con Egipto y Arabia Saudita”.

Explicó que Rusia ha sabido usar para sus intereses el descontento de parte de la población europea para debilitar a la Unión Europea. “No tiente nada que temer de contramedidas estadunidenses”.

“Putin utiliza todas las ocasiones para mostrar que Rusia es tan amoral y que se sirve de cada una de sus presentaciones en la escena internacional para dejar en claro que su política internacional corresponde a la de Estados Unidos bajo el gobierno de Trump”. Putin dispone de más poder en la escena internacional que cualquiera de sus antecesores desde la Guerra Fría, aseveró el experto británico.

Si Estados Unidos se compromete cada vez menos en conflictos regionales, le va a ser difícil a Rusia realizar intervenciones sin gastar dinero. El ejemplo de Siria muestra que si Rusia quiere jugar un papel activo en el Medio Oriente, tiene que asumir los costos en cuanto a dinero, seguridad y prestigio.

“Para China es lo mismo en vista de su creciente presencia militar en el Mar del Sur de China. Desde que China se muestra como el país hegemónico en Asia, Estados Unidos gana más la posibilidad de presentarse como contrapeso”, consideró.

El director del Instituto Real Británico de Asuntos Internacionales se refirió también a un tercer grupo de países democráticos que son parte de la esfera occidental, como Japón y Sudcorea, y de otros no democráticos, como Arabia Saudita, que no cuentan con instituciones regionales que los puedan defender militarmente.

“En ese inseguro panorama geopolítico son especialmente vulnerables. Mientras haya en la Casa Blanca un presidente que piensa en términos de negocios y transacciones, cada vez menos pueden confiar en que Estados Unidos los defenderá en vista del temible vecino (China), a lo que se suma que la ayuda de ese país está cada vez mas sujeta a condiciones”, comentó.

Apuntó que, por eso, esos países, al igual que Europa tienen que desarrollar sus facultades militares y diplomáticas y orientarse a otras grandes potencias del mundo.

En conclusión, ya ningún país del mundo se puede dar el lujo de servirse de la hegemonía en decadencia de Estados Unidos. Con todo, es positivo para el futuro de las relaciones internacionales, que los países que fueron aliados se despidan de su extremadamente gran dependencia de Estados Unidos.

Fuente: Notimex